Real Madrid-Valladolid en el Bernabéu, en agosto, a las cinco de la tarde (entre 35 y 40 grados), con un árbitro muy verde (o sea, malo, aunque venga de pitar el Gamper), natural de Barcelona (el 'senyor' Verdura, que diría Gaspart), no parece el cuadro más idóneo para presentar ante su afición a la superestrella de la Liga doméstica, el francés Mbappé , a cuya mesa el antimadridismo pretende sentar al argentino Julián Álvarez y al español Dani Olmo, que personalmente, no tienen pinta de ir contra nadie. ¿Y «la» calor? ¡Ay, «la» calor! Pemán cuenta que en Sevilla, una tarde por estas fechas («de ésas en que parece que la Giralda va a doblarse de calor, como se dobla...
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