Junto a las obras de mejora de la red y las averías del material rodante, sobre todo el de Renfe, el ministro de Transportes, Óscar Puente, aseguró en el Senado que la meteorología y los incidentes ajenos a Adif o las operadoras conforman el cuarteto de elementos causantes de los retrasos en el transporte ferroviario.
En el caso de los actos vandálicos, Puente, que acudió a la Cámara Alta a rendir cuentas por el caos ferroviario de las últimas semanas, hizo hincapié en la preocupante situación que se vive en Cataluña. Según explicó el ministro, en lo que va de año, se han producido 2.216 acciones de este tipo. Y más de la mitad, destacó Puente, se han producido en Cataluña, una circunstancia que preocupa en el Ministerio de Transportes. Puente recordó, por ejemplo, que el pasado fin de semana, el apedreamiento de un tren causó heridas a uno de sus viajeros.
Los actos vandálicos en Cataluña tuvieron gran repercusión pública en mayo, cuando el robo de 40 metros de cable y el incendio después de tres puntos de la red afectaron de gravedad a casi todas las líneas del servicio de Rodalies -las Cercanías catalanas- en vísperas de las elecciones del 12 de mayo. Unas acciones que Transportes sospecha fueron un sabotaje intencionado.
Puente ya relató entonces que el 52,1% de las incidencias con afectación a la seguridad en los servicios de toda España de Cercanías y convencional de los últimos cinco años se ha producido en Cataluña, porcentaje que llega casi a la mitad en el caso de los servicios de la alta velocidad.
Entre las circunstancias que afectan a la circulación de trenes ajenas a Adif y las operadoras, Puente también aludió ayer, por la especial incidencia que tienen en el servicio, a los arrollamientos. El ministro aseguró que, dada su naturaleza, este tipo de sucesos no son expuestos al gran público, pero que cuando se produce uno, su impacto en la circulación es muy relevante pues obliga a cortar el tráfico en la línea afectada durante varias horas.
El ministro también destacó que otras 516 incidencias se derivaron de inclemencias meteorológicas, lo que demuestra el impacto del cambio climático en el transporte ferroviario.