Para nadie es sorpresa que el tópico de la violencia ha ido tomando un fuerte protagonismo en las conversaciones e imágenes del cotidiano. Y más allá de exponer las causas de este fenómeno, lo cierto es que el arte también se ha ocupado históricamente de abordarlo, usualmente desde la denuncia y oposición a él.
John Lennon, cantante icónico de The Beatles, hizo de la paz uno de los más importantes símbolos de su carrera. Sin embargo, en 1980 fue asesinado en Nueva York, razón por la cual existe hoy la escultura “No violencia” del artista sueco Karl Fredrik en la entrada de la sede de las Naciones Unidas. La obra es un gran revólver de bronce cuyo cañón está atado como nudo, convirtiéndose en un símbolo de la cultura de paz y en un emblema global del movimiento de la no-violencia.
También ha sido inspiración para distintos proyectos que promueven las luchas pacíficas a través del arte. Por ejemplo, la serie escultórica “El pájaro herido” y “La paloma de la paz” de Fernando Botero, que representan la cultura de la violencia en la Colombia de los años 90, versus la esperanza de vivir en una ciudad segura y pacífica.
En Chile, la dictadura cívico-militar generó un clima social de persecución política e ideológica, así como también de expresión artística. Como respuesta, muchos artistas formaron parte de la contracultura que denunció los crímenes de lesa humanidad cometidos por agentes del Estado. Y así se hicieron parte importante de la recuperación de la democracia y el trabajo de promover la memoria y la no repetición.
Hoy, instituciones como la Universidad de Chile o el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, son bastiones de protección de valores para el respeto a los derechos fundamentales de las personas. No solo conmemoran episodios difíciles de nuestro pasado, sino que también generan hitos de reflexión para garantizar la paz, defendiendo la pluralidad de ideas, la diversidad, la convivencia y el diálogo ciudadano.
En el marco de esta discusión, dejamos abierta la invitación a participar el próximo jueves 29 de agosto, a las 12:00 horas, del conversatorio “Cultura, instituciones y justicia” en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, cita donde artistas y autoridades de ambas instituciones conversarán sobre la relevancia de las artes y la educación artística como promotoras de la paz.
Esta columna fue parte del Boletín DiCREA. Inscríbete aquí para recibirla cada viernes