En la antigua ciudad de Heraclea Sintica, ubicada en el suroeste de Bulgaria, arqueólogos han descubierto una estatua de mármol que podría cambiar nuestra comprensión de la historia de Grecia y Roma. La estatua, que representa al dios griego Hermes, fue encontrada en un estado de conservación asombroso. Con más de dos metros de altura, esta pieza podría ofrecer valiosa información sobre la conexión cultural y religiosa entre estas dos grandes civilizaciones.
El hallazgo se realizó en una excavación reciente en Heraclea Sintica, cerca de la frontera con Grecia. El equipo de arqueólogos, liderado por Lyudmil Vagalinski, ha resaltado la importancia de este descubrimiento, pues data probablemente del siglo II. No solo es relevante por su estado de conservación, sino también por lo que podría revelar sobre la historia antigua y la mezcla de creencias religiosas de la época.
Encontrada en una alcantarilla romana, estaba cuidadosamente cubierta con tierra, lo que ayudó a preservarla después de que un terremoto devastara la ciudad alrededor del año 388 d.C. Esta técnica de enterramiento pudo haber sido crucial para su conservación, lo que la convierte en una de las estatuas mejor preservadas de Bulgaria.
Este tipo de hallazgos es raro, y el hecho de que se haya mantenido en condiciones tan buenas durante siglos, refuerza su valor arqueológico. Además, la ubicación en la que se encontró, sugiere que los antiguos habitantes de la ciudad la protegieron, quizás conscientes del valor cultural y religioso de la pieza.
La estatua fue tallada en un bloque entero de mármol, y según las primeras evaluaciones, data del siglo II. A pesar de que aún no ha sido completamente liberada, se ha confirmado que su cabeza está bien conservada, aunque presenta algunas fracturas en las manos. El brazo izquierdo, envuelto en tela, sigue parcialmente oculto, y los arqueólogos continúan trabajando con sumo cuidado para no dañar la pieza.
El hallazgo se ha realizado en un área privada, lo que complica su conservación y restauración. Los arqueólogos planean trasladarla de manera segura a un museo en Petrich, donde será restaurada y exhibida. Este proceso requiere una estructura especial para proteger la escultura durante su traslado, lo que subraya la fragilidad y el valor de este tesoro arqueológico.
Fundada entre 356 a.C. y 339 a.C. por el rey macedonio Filipo II de Macedonia, fue una próspera ciudad que eventualmente cayó en decadencia y fue abandonada alrededor del año 500 d.C. Durante siglos, la ciudad permaneció oculta, hasta que recientes excavaciones comenzaron a sacar a la luz su rica historia.
El descubrimiento de la estatua de Hermes es solo una muestra del vasto patrimonio cultural que aún yace bajo tierra en Heraclea Sintica. Esta ciudad, que una vez fue un centro vibrante de cultura y comercio, ahora ofrece una ventana invaluable para los arqueólogos e historiadores que buscan entender mejor las interacciones entre las culturas griega y romana.