Los Bancos tienen un papel fundamental en la inclusión financiera, ya que constituyen el primer enlace entre el sistema financiero y las personas y empresas, son la puerta de entrada que facilita su inmersión en los productos financieros tanto de ahorro, crédito o transaccionales.
Sin duda, hoy también existe un mercado mucho más diverso, en donde hay otro tipo de instituciones que contribuyen a la bancarización de las operaciones, como las compañías Fintech y otras no tradicionales.
En este análisis nos centraremos en los Bancos, por una razón práctica, su impacto en la inclusión financiera y las métricas que publican o son calculadas por observadores externos y que, en parte, analizaremos.
Los Bancos, así como todas las empresas cotizadas en una bolsa de valores, aún más debido a las regulaciones locales, generan reportes sobre sus acciones en cuanto a la responsabilidad social, económica y ambiental, los cuales se conocen como reportes integrados o reportes de sostenibilidad.
De otro lado, los analistas producen puntuaciones o scores sobre su cumplimiento en los aspectos ESG (Environmental, Social and Governance, por la sigla en inglés), con base en los reportes presentados. Esto añade una dimensión adicional, el gobierno corporativo.
En muchos casos, además, existe un aseguramiento externo de la calidad de la información, no solo en lo financiero sino en estos otros aspectos. Este aseguramiento se produce dentro de los procesos de auditoría externa.
Los reportes integrados contienen información sobre varios aspectos ESG y los bancos no son ajenos a esta responsabilidad de reporte. Resultan interesantes los índices relacionados con la calidad y accesibilidad de los productos financieros, así como el nivel de “responsabilidad social” que se evidencia en los mismos, ya que ayuda a comprender como han contribuido (o no) a la mejora de la inclusión financiera en México y América Latina.
Analicemos algunos aspectos interesantes que se desprenden de los reportes analizados por la compañía LSEG (el grupo de la bolsa de valores de Londres) en Latinoamérica. El sector bancario mexicano ocupa el segundo lugar en capitalización bursátil en América Latina (aproximadamente 80,000 millones de USD), solamente superado por Brasil (aproximadamente 200,000 millones USD) al cierre de 2022.
El grupo de bancos públicamente cotizados está conformado por las 8 instituciones bancarias más grandes de México, en el caso de Brasil lo integran 9 instituciones. Consideraremos a Chile, México, Colombia, Brasil y Perú por ser los mercados más importantes en la región. El ranking de capitalización completo muestra en posición 1. Brasil, 2. México, 3. Chile, 4. Perú y 5. Colombia.
De otro lado, los puntajes ESG se calculan como la media de los tres aspectos mencionados anteriormente: social, ambiental y de gobernanza corporativa. Estos puntajes tienen un rango de 0-100 y representan la calidad de las medidas en los aspectos ESG que ha demostrado una empresa (en este caso los Bancos) en un año determinado.
Para el caso de LATAM, la media de puntajes de los mercados emergentes de la región es de 61.24. Los bancos de Brasil, Perú y Colombia superan la media, mientras que para el caso de México y Chile se observa un comportamiento inferior a la media. Si bien ello implica que hay grandes oportunidades de mejora pendientes para los Bancos en todos los países de la región, esto es especialmente notorio en el caso mexicano con un valor promedio cercado a 57/100.
Dentro del puntaje total se consideran tres grandes “pilares”, uno de ellos es el Social. Los puntajes del pilar social, para el promedio de los bancos peruanos y brasileños son los mejores dentro de la región, de otra parte, los bancos mexicanos no salen bien librados en cuanto a su responsabilidad social, observándose un puntaje promedio de 58/100 en ese aspecto.
El pilar social incluye varias medidas relacionadas con los stakeholders de las empresas (en este caso los Bancos), incluyendo los clientes, proveedores, comunidades, entre otros.
La responsabilidad social es un aspecto crucial que mejora las relaciones de la sociedad con las empresas y “compensa” o mitiga las acciones que, de manera directa o indirecta, puedan perjudicar a dichos stakeholders como producto de la acción u omisión de parte de las empresas.
El puntaje en cada pilar depende de ciertas medidas que son observadas anualmente y tienen como propósito demostrar claramente la responsabilidad social de la compañía que reporta. Una medida que forma parte del pilar social de los Bancos es el puntaje de responsabilidad del producto, un puntaje que mide la disponibilidad de productos financieros a bajo costo para los clientes con menor poder adquisitivo quienes son, por lo tanto, los más vulnerables en cuanto al acceso al sistema bancario.
De acuerdo con los puntajes promedio, la mayor responsabilidad de productos financieros se observó en Colombia y Brasil, con puntajes superiores a 70. De otro lado, en México se presentó el puntaje más bajo (menor a 50), lo cual llama la atención, dado que es un área de oportunidad para las instituciones financieras en el país. En definitiva, los productos financieros a bajo costo o sin costo son uno de los aspectos clave en donde se refleja la responsabilidad social de los bancos y su contribución a la inclusión financiera.
La inclusión financiera se ve reflejada en distintas mediciones de cobertura, calidad y acceso de los clientes a productos del sector financiero. Uno de los más importantes es el porcentaje de personas que tiene -al menos- una cuenta bancaria.
En la última información publicada por el Banco Mundial (https://www.worldbank.org/en/publication/globalfindex/Data) se observó que mientras en Brasil el 81% de las mujeres y 87% de los hombres tienen una cuenta bancaria, en México solamente el 42% de las mujeres y 56% de los hombres poseen una. Así mismo, en Chile se observa un importante nivel de acceso a la bancarización (87% de mujeres y 88% de hombres tienen una cuenta bancaria).
Los bancos en nuestro país tienen por delante un interesante desafío, fortalecer la responsabilidad de los productos y sus relaciones con los distintos stakeholders para profundizar en la inclusión financiera de manera sostenible y viable en beneficio de la economía, las instituciones y, sobre todo, los ciudadanos.
El autor es profesor del departamento de Contabilidad y Finanzas en el campus Querétaro y está adscrito al Financial Access, Inclusion and Research Center (FAIR Center) de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey.
Email: andresmejia@tec.mx