Esta conmemoración que tiene lugar cada 23 de agosto, fue establecida por la ONU para honrar y reflexionar sobre uno de los capítulos más dolorosos de la historia. La fecha se presenta como un recordatorio del legado de deshumanización y resistencia de los afrodescendientes ante el sistema esclavista, además de subrayar el impacto persistente del racismo estructural en nuestras sociedades actuales.