Que un personaje público o un famoso utilice las redes sociales como un espacio en el que compartir su opinión personal, puede ser un arma de doble filo. Así lo parece haber comprobado en sus carnes el cantante y artista sevillano José Manuel Soto, quien habitualmente lleva a cabo esta forma de expresarse. El músico acostumbra a opinar sobre todo tipo de temas, especialmente sobre polémicas políticas o temas candentes que resuenan en el país y sobre los que otros muchos también opinan. X, antes Twitter, es la red social por la que transmite sus puntos de vista, exponiéndose a que todos los usuarios lean lo que escribe y puedan responderle, además de que cualquiera pueda hacerse eco de sus palabras navegando por internet. En su experiencia con esta interacción en las redes sociales, Soto ha publicado mensajes y opiniones que han llamado la atención y que incluso le han costado más de una discusión online , algo que, según él mismo cuenta, derivó en que en algunos lugares donde gobiernan personas contrarias a su ideología, dejasen de contratarle y le cancelasen shows y conciertos. Recientemente, el sevillano ha querido contar de manera extensa las consecuencias de expresarse en la red social X y de confrontar con, según dice, las personas de izquierdas. La publicación se alarga más de lo habitual y empieza de la siguiente manera: «Tal día como hoy, hace un año, me tomé unas copitas con unos amigos y me puse chisponcete. Al llegar a casa, antes de acostarme me puse a mirar el tuiter y vi, como siempre, gente que me llamaba fascista, nazi, racista, homófono, xenófobo, subvencionado etc ». Algo que indica que le pasaba con un frecuencia, pero que, a diferencia de otras veces, decidió contestar de manera «soez e inapropiada, sin pensar que aquello fuera a tener ninguna repercusión», explica. « Dejé por escrito unas palabritas feas sobre el Pedro Sánchez y 'los que están de acuerdo con que España esté en manos de sus peores enemigos'. (En esos días estaban negociando ya la amnistía que juraron que jamás aplicarían). Al día siguiente borré el tuit y pedí perdón, pero ya era tarde, se había hecho viral y era el tema del día en todas las tertulias». Así, José Manuel Soto indica que a raíz de aquello le cancelaron varios conciertos y le «convirtieron en persona non grata en todos las instituciones gobernadas por la izquierda. La derecha tampoco me apoyó, no querían jaleo, normal». Cuenta que volvió a dar explicaciones y no le perdonaron por lo que, un año después de que eso ocurriera, sigue siendo rechazado: «Sigo vetado y condenado a la muerte profesional y personal». Además, da a entender que esto le ocurre por su ideología y su forma de pensar contraria al gobierno: « Si hubiera sido yo un asesino etarra, un violador, un okupa, un corrupto o un golpista ya estaría indultado y amnistiado pero solo soy un modesto cantante q un día se calentó y dejó por escrito lo que muchos piensan pero no dicen», expresa tajante. De este modo, finaliza preguntándose hasta cuándo seguirá siendo asíe sta situación y aprovecha para agradecer a los «valientes» que le dieron trabajo y le apoyaron cuando otros le rechazaban.