El cineasta Fernando Trueba vuelve a la gran pantalla con "Isla perdida", protagonizada por Matt Dillon y Aida Folch. Es su decimonovena película y en ella prueba con el género del thriller para abordar el oscuro pasado de un chef en una isla de Grecia. El director de "Belle epoque" reconoce un homenaje implícito a Hitchcok en este nuevo trabajo, si bien lo contempla como una película que oscila entre el género de suspense y otro cine "más puro" como el de Éric Rohmer ("La mujer del aviador", "La buena boda", "Pauline en la playa", "Las noches de la luna llena" y "El rayo verde") o Howard Hawks ("La fiera de mi niña", "El sueño eterno", "Río Bravo" o "El Dorado").
Trueba recorre estaciones -verano, otoño e invierno-, cada una con su peculiar intensidad de luz, para desarrollar la relación de Álex (Aida Folch) y el enigmático Max (Matt Dillon) en una historia que mezcla romance, drama y un angustioso thriller. Una vez más, el director ha vuelto a rodar en inglés. La trama se sitúa en una isla griega y allí arranca el idilio entre una española que llega para trabajar en el restaurante regentado por el norteamericano Max, un hombre oscuro que esconde algunos secretos.
Trueba, uno de los directores más importantes de nuestro cine, debutó con "Ópera prima", estrenada en 1980 y considerada una de las comedias madrileñas por excelencia. Durante la década de los 80 estrenó, entre otros títulos, como la adaptación de "Sé infiel y no mires con quién" o "El año de las luces", premiada en el Festival de Cine de Berlín. En los años 90 dirigió "Belle Époque", galardonada con nueve premios Goya y con el premio Óscar a mejor película de habla no inglesa. A finales de la década, estrenó "La niña de tus ojos", multipremiada también en la ceremonia de los Premios Goya.
En los últimos años ha realizado obras como "El artista y la modelo", "La reina de España" o "El olvido que seremos", una coproducción colombiana basada en la novela homónima de Héctor Abad Faciolince.
En "Isla perdida" ha vuelto a contar con una sus actrices favoritas, Aida Folch, que debutó con él hace ya más de dos décadas, cuando protagonizó en 2002 "El embrujo de Shanghái" (FlixOlé). Diez años más tarde rodó "El artista y la modelo" -que obtuvo trece nominaciones a los Goya, aunque no se llevó ninguno- y también participó en "La reina de España". No es la primera vez que Trueba trabaja el suspense, pero en esta ocasión ha querido crear una atmósfera más sutil y realista, deslizando al espectador progresivamente hacia ese lado oscuro.
La define como una de esas historias de amor en medio del suspense que tan magistralmente planteó Alfred Hitchcock en "Rebeca", "Sospecha" o "Vértigo", en las que "un hombre se siente atraído por una mujer, o viceversa, y por un misterio que envuelve a uno de los protagonistas y que el otro intenta desentrañar".
