Gestoras, bancos de inversión y analistas aguardan la intervención, hoy, del presidente de la Reserva Federal de EE UU, Jerome Powell, en el simposio de Jackson Hole (Wyoming) con la esperanza de que ofrezca alguna pista sobre el ritmo al que la Fed bajará los tipos de interés, informa Efe.
El encuentro de banqueros centrales comenzó ayer con los mercados en relativa calma, aunque los inversores siguen pendientes de cualquier indicador macroeconómico que arroje luz sobre el estado de salud de la economía estadounidense. El temor a una recesión en EE UU y la decisión del Banco de Japón de subir los tipos de interés fueron los motivos esgrimidos por los analistas para explicar el desplome bursátil del 5 de agosto. Numerosos inversores que se habían endeudado en yenes -aprovechando los bajos tipos de interés en Japón- para comprar activos más rentables denominados en otras divisas (el llamado «carry trade») se vieron obligados a deshacer sus posiciones.
En el caso de EE UU, una serie de datos macroeconómicos decepcionantes despertaron el temor a un «aterrizaje forzoso», lo que elevó la presión de los mercados sobre la Reserva Federal. Aunque los indicadores más recientes han alejado el riesgo de una recesión en EE UU, los analistas dan por sentado que la Fed empezará a bajar tipos en septiembre. De hecho, las actas de la última reunión del Comité Federal de Mercado Abierto, publicadas el miércoles, sugieren que la Reserva Federal está preparada para ello.
Las dudas, en este momento, son cuántos recortes acometerá la Reserva Federal en los próximos meses y en qué medida bajará los tipos en septiembre. Un recorte de 25 puntos básicos es la opción más probable, aunque no se descarta una bajada de 50 puntos. «Por supuesto, el mercado estará pendiente de las palabras de Powell en busca de cualquier indicio de su pensamiento», según ha asegurado George Curtis, de la gestora Vontobel.