Cinco de los ocho agentes de policía kenianos detenidos por presuntamente haber ayudado a escapar de prisión a un hombre acusado de asesinar y descuartizar a decenas de mujeres comparecieron el miércoles en un tribunal de Nairobi para responder a las preguntas del juez. La Fiscalía pidió extender su detención otros 14 días para completar las investigaciones y solicitó más tiempo al magistrado para recabar declaraciones, analizar las grabaciones de las cámaras de seguridad y examinar los dispositivos telefónicos de los agentes implicados.
Las fuerzas de seguridad habían iniciado 24 horas antes una operación de búsqueda después de que el presunto asesino en serie, identificado como Collins Jumaisi, se hubiera dado a la fuga con otras doce personas de origen eritreo de la comisaría en la que estaba retenido. Jumaisi, un varón de 33 años, fue descrito por los agentes como un «asesino en serie psicópata sin respeto por la vida humana» después de ser detenido en julio en el marco de una investigación judicial que comenzó tras el hallazgo de varios cadáveres mutilados en un vertedero de un suburbio de Nairobi.
Jumaisi y los demás detenidos pudieron escapar de la celda de la comisaría tras cortar un techo de malla metálica, según los agentes. «Nuestras investigaciones preliminares indican que la fuga contó con la ayuda de personas infiltradas», declaró el martes el jefe interino de la Policía Nacional, Gilbert Masengeli. La comisaría se encuentra en el distrito de Gigiri, que alberga la sede regional de la ONU y numerosas embajadas.
Las autoridades detallaron a la prensa que conocieron la fuga cuando los agentes realizaron una visita rutinaria a las celdas en torno a las 5 de la mañana del martes para servir el desayuno a los presos. «Al abrir la puerta de la celda, descubrieron que trece presos se habían escapado cortando la malla metálica de la zona de descanso», recoge el escrito del cuerpo. Los doce eritreos habían sido detenidos por encontrarse ilegalmente en Kenia, según fuentes policiales, que añadieron que otros cuatro detenidos que optaron por no escaparse estaban colaborando en las pesquisas.
La Policía declaró tras la detención de Jumaisi el 15 de julio que había confesado haber asesinado a 42 mujeres en un periodo de dos años a partir de 2022, siendo su esposa su primera víctima. Jumaisi afirmó que había sufrido abusos y torturas, según declaró el mes pasado su abogado a AFP.
Es la segunda vez en apenas seis meses que un sospechoso de un caso de gran repercusión se fuga. El keniano Kevin Kangethe, acusado de asesinar a su novia en Estados Unidos el año pasado y dejar su cadáver en el aparcamiento de un aeropuerto, huyó de una comisaría en febrero antes de ser capturado una semana después. Un juez ordenó su extradición a EE UU a principios de agosto.