Antakya, una ciudad en el sur de Turquía y al norte de Siria, sufrió una devastación sin precedentes debido a dos terremotos, con casi el 80% de sus edificios dañados irreparablemente. La devastación dejó una cicatriz profunda en la región y reveló el impacto inmediato del terremoto, así como la vulnerabilidad de la ciudad ante futuros desastres naturales, por lo que una empresa de arquitectura diseñó un proyecto para garantizar la resiliencia de Antakya.
El 6 de febrero del año 2023, en la ciudad de Antakya, conocida históricamente como Antioquía, se produjeron dos terremotos, de magnitud 7,8 y 7,5. Más de 50.000 personas perdieron la vida y millones más se vieron desplazadas por el desastre. La magnitud de la destrucción fue tan grande que las Naciones Unidas estimaron el costo de reconstrucción en más de 100.000 millones de dólares.
Foster + Partners ha presentado un plan integral para la reconstrucción de Antakya, centrado en fortalecer la resiliencia de la ciudad frente a desastres naturales. Según Nicola Scaranaro, representante de la firma, el objetivo es reconstruir y preparar la ciudad para el futuro. Esto incluye diseñar edificios compactos que puedan soportar mejor la actividad sísmica, a diferencia de las estructuras alargadas en forma de L que dominaban antes del terremoto. Además, se implementarán "supermanzanas" inspiradas en el modelo de Barcelona, que fomentarán zonas sin coches y proporcionarán múltiples rutas de escape para residentes y servicios de emergencia.
La proximidad de Antakya al río Asi y su ubicación en el valle al pie del monte Habib Neccar contribuyen a la severidad de las inundaciones y la licuefacción del suelo durante los terremotos. La licuefacción ocurre cuando el suelo pierde rigidez y actúa más como un líquido, lo cual amplía el daño causado por los sismos. Para mitigar estos riesgos, el plan de revitalización incluye la creación de parques y zonas verdes que actuarán como amortiguadores naturales durante las inundaciones, además de restringir la construcción en áreas de alto riesgo.
Uno de los aspectos clave del nuevo diseño es la integración de espacios verdes en la ciudad. Foster + Partners ha planeado una red de parques comunitarios y corredores verdes que mejorarán la calidad de vida de los residentes, además de proporcionar hábitats para la flora y fauna local.
Scaranaro destacó que el acceso a estos espacios no era "muy democrático" en el pasado, y el nuevo plan busca corregir esto al ofrecer más áreas verdes para todos. Estos espacios verdes también desempeñarán un papel crucial en la gestión de inundaciones y en la creación de rutas peatonales y ciclistas atractivas para los ciudadanos.
La reconstrucción de Antakya no solo se enfoca en el aspecto físico, sino también en el aspecto emocional y social. El plan maestro busca preservar el "espíritu" de la ciudad, para ello se ha involucrado a los ciudadanos en el proceso de planificación. Scaranaro mencionó que se realizaron entrevistas con residentes mayores para captar sus recuerdos y aspiraciones para la ciudad, con el fin de reflejar sus deseos en el nuevo diseño.
Una cita de un anciano residente en un complejo de contenedores para desplazados subraya la importancia de esta perspectiva. "Ya no confío en estos edificios, porque me han traicionado", comentó.
El objetivo de la reconstrucción es generar confianza y un sentido de pertenencia en los habitantes, lo que permitirá que la comunidad se sienta parte integral del proceso de reconstrucción. Scaranaro enfatiza que, más allá de los edificios, se trata de construir un entorno en el que la gente pueda sentirse segura y conectada con su ciudad.
La revitalización de Antakya busca ser un modelo para la reconstrucción de ciudades afectadas por desastres en todo el mundo. La consultora de ingeniería Buro Happold estima que la revitalización completa tomará alrededor de 10 años, pero el consorcio de planificación espera que las lecciones aprendidas durante este proceso puedan aplicarse a nivel global. Scaranaro destaca que la resiliencia y la sostenibilidad deben ser prioridades en la planificación de la reconstrucción, especialmente en el contexto de la crisis climática.