Una nueva avería, la segunda en apenas 24 horas en el corredor que une Galicia con Madrid, provocó ayer una nueva sucesión de retrasos en cadena para los viajeros que viajaban desde las estaciones de tren de Madrid Chamartín a Vigo Urzaiz u Orense y viceversa. En este último caso, se trataba de un tren Avril que realizaba el trayecto Vigo Madrid y sufrió una avería técnica a la altura de Taboadela (Orense), lo que obligó a Renfe a establecer un plan de transporte alternativo. El incidente se produjo durante la mañana de ayer, en uno de los primeros trenes que conectan Vigo y Madrid, a escasos kilómetros de Orense, donde se ubica el cambiador de ancho de vía de Taboadela . De nuevo, el protagonista fue un ferrocarril de la serie 106 manufacturado por Talgo, las últimas adquisiciones del Ministerio de Transportes que ya acumulan cientos de incidencias desde su tardía puesta a punto el pasado 21 de mayo. En esta ocasión, Renfe fletó un segundo tren desde la estación de Orense a las 13,25 horas para recoger a los más de 500 viajeros que aguardaban en el intercambiador de vías. Fue a las 14,08 horas cuando finalizó el transbordo y los clientes pudieron seguir su viaje, «en todo momento con confort», tras recibir botellas de aguas como avituallamiento según informó la compañía ferroviaria. Pero ello no impidió que se produjesen más retrasos en los trenes posteriores , como es el caso del Alvia Madrid Chamartín que partió a las 11,20 destino Vigo Urzaiz, con llegada programada a las 15,38 (detenido en la estación de A Gudiña-Porta Galicia) y el Alvia Orense de las 12,43 con destino Madrid Chamartín a las 16,06 (detenido en Orense). Todos ellos tienen que pasar por el mismo tramo, de vía única, donde el ancho de vía cambia del modelo ibérico al internacional. Esta incidencia se suma a la lista de averías y retrasos que acumula el transporte ferroviario en los últimos meses en todo el país. En el caso de Galicia, el último incidente se produjo este miércoles a la misma altura, cerca de Orense, apenas un día después de que un fallo en la electrificación de la estación madrileña de Chamartín provocase, de nuevo, más demoras en la circulación. Un cúmulo de incidencias que continúa aumentando a la espera de que el ministro de Transportes, Óscar Puente, de explicaciones hoy en el senado para aclarar los motivos de estas alteraciones en el servicio. Desde la adquisición del Ministerio de Transportes del último modelo de ferrocarriles de la española Talgo, los Avril S106, que llegaron a las vías españolas el pasado mes de mayo tras años de retraso por las dificultades para homologar este nuevo modelo , los retrasos y averías han sido una constante. Hasta el punto en el que Renfe solicitó en numerosas ocasiones soluciones a los accionistas de Talgo compensaciones económicas por las « graves incidencias técnicas » que están registrando este nuevo modelo, además de por el retraso en su entrega. El propio ministro de Transportes, Óscar Puente, señaló a principios de mes que estás incidencias « deterioran la imagen de servici o» y «a la reputación de la empresa (Renfe)» e indicó a través de su cuenta de X que la puntualidad tras la puesta en marcha del modelo Avril S106 se sitúa en el 40,72% frente al 76,2% de los demás trenes de alta velocidad y larga distancia. Unos ferrocarriles que suponen el 9% de la flota que circula en la alta velocidad y larga distancia, los más modernos. Tal y como afirmó el propio ministro, que apenas una semana atrás criticaba la «obsolescencia del material» y la «necesidad de renovación», siendo los trenes Avril de la serie 106 los primeros de alta velocidad adquiridos por el Gobierno de España desde 2010, el mismo día que afirmaba como el Ejecutivo había protagonizado la mayor compra de trenes de la historia del país».