Otra cosa no, pero insistente es insistente este nuestro Gobierno. Perseverante hasta la extenuación en su estrategia de controlar el relato. No importa lo que haga, sino cómo lo cuente. Si hay que indultar, se indulta. Si hay que amnistiar, se amnistía. Si hay que modificar el cupo fiscal para Cataluña, se modifica. Todo por mantenerse en el poder, único y primordial objetivo. A partir de ahí, comienza esa batalla del relato, ese decir una cosa y la contraria, ese mentir descaradamente, ese intentar convencernos, ese tratarnos a todos –incluidos los propios votantes socialistas– como tontos. El último ejemplo ya lo sabe. Nuestra inefable y muy andaluza María Jesús Montero. Desde Rota, muy tranquila, anunciando dos cosas. La primera ha...
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