SIEMPRE me han llamado la atención los nombres de los cortijos de Sevilla. Los hay de bautizados con el santoral –Santa Ana, San Felipe, San Rafael–, por referencias físicas –Torre de la Reina, Las Navezuelas, El Esparragal, Los pozos de la nieve, Riscos Altos– o por inspiración diversa –Orán, Dos Olivos, Los Jinetes, Alguaciles Bajos, La Favorita...– El edificio que acoge la Diputación de Sevilla tiene un origen militar, el Cuartel de la Puerta de la Carne, pero parece que ha derivado en cortijo. Un cortijo cortijero, es decir, con todas las connotaciones peyorativas a las que está asociado el término en Andalucía. Las haciendas actuales se han reinventado y se gestionan como empresas modernas, unas dedicadas al turismo rural,...
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