El abandono escolar a una temprana edad es un problema cada vez más grave en España, ya que los índices muestran que los jóvenes abandonan cada vez antes los estudios obligatorios, algo que mantiene en constante alerta a las instituciones educativas de nuestro país.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados en las últimas décadas por las instituciones educativas, España sigue sufriendo unas tasas de abandono escolar superiores a la media europea, algo que repercute negativamente en la cohesión social, en el mercado laboral y en el futuro de miles de jóvenes.
Es por ello que se cree que entre las posibles causas de este fenómeno se pueden encontrar factores socioeconómicos, familiares y del entorno escolar, además de la falta de motivación o de apoyo educativo. Esto hace que entender y abordar el problema sea una tarea complicada, aunque necesaria para poder garantizar una educación de calidad a todos los estudiantes de nuestro país.
En este sentido, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha intentado abordar el problema realizando un estudio el pasado 2023 titulado 'Propuestas para un plan de acción para reducir el abandono escolar temprano en España' en el que recogió una serie de recomendaciones con las que se pretende reducir la tasa de abandono escolar temprano (AET) en España.
En él, la organización reflexionó sobre el riesgo de exclusión social que sufren los jóvenes que abandonan los estudios a una temprana edad, ya que posteriormente tienen dificultades para obtener y conservar un empleo, algo que, a la larga, les afectará social y económicamente.
Por ello, entre las reflexiones, la OCDE alegó que "muchos centros funcionan con un horario intensivo centrado en las mañanas, lo que obliga a los padres a pagar por las clases extraescolares". Ante esta situación, una de las principales medidas que propone la organización es ampliar el horario académico a todo el día, incluyendo también jornadas de tarde, algo que ya pasa en Dinamarca y Portugal, donde "han adaptado sistemas flexibles de jornada completa para ampliar el tiempo de aprendizaje".
La medida de ampliación del horario lectivo en Portugal fue aprobada e implementada en el año 2023, un cambio que pasó a formar parte de un conjunto más amplio de reformas educativas impulsadas por el gobierno portugués con el objetivo de mejorar la calidad del sistema educativo y adaptar la enseñanza a las necesidades contemporáneas.
Por su parte, la ampliación del horario lectivo en Dinamarca se aprobó como parte de una reforma educativa en 2013, conocida como la "Reforma Escolar de 2013" (Folkeskolereformen). Así, la reforma fue aprobada por el Parlamento danés en junio de 2013 y entró en vigor al comienzo del año escolar 2014-2015.
En ambos casos, la ampliación del horario lectivo en las escuelas tiene como objetivo mejorar la calidad educativa y adaptarse a las necesidades actuales de los estudiantes, preparándolos mejor para los desafíos del futuro. Sin embargo, la propuesta generó debate en ambos países, ya que algunos argumentaron que un horario lectivo más extenso podría tener efectos positivos en el aprendizaje de los estudiantes, especialmente en áreas donde se ha identificado la necesidad de mejorar, como las matemáticas y las ciencias.
Otros, sin embargo, expresaron, y siguen manteniendo, su preocupación por el impacto en el bienestar de los estudiantes, señalando que más horas en la escuela podrían llevar a un mayor estrés y menos tiempo para actividades extraescolares o descanso. Sea como fuere, ambas medidas se aprobaron con el objetivo de modernizar sus sistemas educativos y de equipar a los estudiantes con las habilidades necesarias para competir en un entorno globalizado.