Un grupo de productores agropecuarios de Misiones llegó a la Ciudad de Buenos Aires la semana pasada y dejó una nota para pedir que por favor pongan en funcionamiento el Instituto Nacional de la Yerba Mate dado que nunca en la última década como ahora fue tan bajo el precio que recibieron respecto de lo que se paga en las góndolas por el producto que está presente en casi todos los hogares del país.
El INYM fue creado en 2002 para establecer un precio de referencia entre los que cosechan la hoja verde y los que la industrializan. Según un trabajo de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) de 2017, el 62% de los 12 mil productores de yerba tienen menos de 10 hectáreas mientras que cuatro grandes empresas concentran el 55% de la molienda gruesa y más del 75% de las ventas en góndola.
Ante esa diferencia entre los actores, la intervención del Instituto siempre fue clave para fijar trimestralmente un valor que permita cubrir los costos de la producción que se desarrolla un 90% en Misiones y el resto en Corrientes.
Cuando la cosecha es abundante, por la ley de oferta y demanda, esa necesidad se agudiza. En el primer semestre del año, se cosecharon 565 millones de kilos de yerba mate, un 45% más que el año pasado, marcado por la sequía. Además, en el mismo período se habilitó la importación de la materia prima, que saltó más del 230% según fuentes oficiales.
De acuerdo con Christian Klingbeil, vocero de los productores, hoy están cobrando entre $150 y $200 por kilo a 30, 60 o 90 días y reclaman como mínimo $500. En el supermercado, el kilo de yerba cuesta alrededor de $4000, según la marca.
En diciembre, a través del DNU 70/2023, el primer sello de Federico Sturzenegger en el gobierno de Javier Milei, antes de ser designado ministro, se decidió reformular el INYM y cambiar su rol de actor clave entre productores e industria y volcarlo a la promoción de exportaciones, entre otras tareas. Se presentaron objeciones en la Justicia que aún no tienen definición.
En el mientras tanto, la organización está descabezada y no hay valores que sirvan de parámetro para un momento crucial en una provincia que viene ya de atravesar un polvorín con la crisis policial y docente que derivó en acusaciones cruzadas entre el gobierno nacional y el provincial.
En los últimos 12 meses, el precio al consumidor trepó un 250%, menos que la inflación promedio. Pero el consumo de yerba mate cayó en el primer semestre un 6% según la consultora NielsenIQ y GFK, mientras crece el consumo de marcas populares en detrimento de las mainstream.
¿Cuál será el enfoque de fondo del Gobierno para este mercado? Uno puede ser que se regule la cantidad de unidades productivas según las fuerzas del mercado, donde la asimetría de los jugadores es evidente. ¿O la idea será que en todo caso haya un organismo provincial que cumpla el mismo rol?
Según la consultora Scentia, Establecimiento Las Marías (Taragüí, Unión, La Merced) tiene el 33,3% del mercado minorista, seguida por Cooperativa Liebig (Playadito) con 25,4%, La Cachuera (Amanda) con el 10,2%, Molinos Río de la Plata (Nobleza Gaucha y Cruz de Malta) con el 8,9% y Hreñuk (Rosamonte) con el 5,1%.
Como sea, estamos empezando a ver en distintos sectores la aplicación del modelo Sturzenegger. Esta semana, la secretaría de Energía publicó la resolución 216 que eliminó el "precio máximo de referencia" para las garrafas, que aumentarán en principio un 32%. El gas envasado lo consumen 20 millones de argentinos sin conexión de red.
En los considerandos de la norma se cita el famoso DNU y asegura que tiene como objetivo "dejar de obstruir el ejercicio de las libertades individuales en el ámbito contractual conforme los principios de libertad de mercado". Si bien aún habrá algún valor de referencia, se trata de otro segmento en el que el Estado se corre.
Una parte del equipo económico asegura que la tarea del ex presidente del Banco Central en el gobierno de Mauricio Macri va a generar un salto en la productividad que el país necesita para que haya un despegue de crecimiento que por ahora parece más una expresión de deseos qué otra cosa. Es cierto, hay tongos, curros y normas imposibles de sortear sin pagar peaje por todos lados y está bien simplificarlas. Sería necio negarlo.
Pero en el camino, algunas disposiciones del ahora ministro de Desregulación y Transformación del Estado se presentan de una manera pero en realidad incluyen algunas sorpresas.
Es el caso de la difundida norma que habilita el pago de la propina por medios electrónicos, algo que llamativamente los actores del mercado ya habían resuelto en libertad, diría el Presidente, dado que los mozos en muchos casos les pasan los alias a los clientes para que le transfieran el monto correspondiente.
Puede ser que estuviera bien fomentar algún beneficio para que el local gastronómico lo hiciera de manera más generalizada. Pero en el decreto 731 que se lo propone hay un plus poco difundido: se elimina el cómputo del ingreso en concepto de propina para el cálculo de una eventual indemnización, al modificarse de pasada el artículo 113 de la ley de contratos de trabajo.
"A partir de hoy la base de cálculo de las indemnizaciones por despido, entre otros rubros, de muchos trabajadores se reduce sustancialmente. Difícil cuantificar el impacto, pero en algunos casos puede ser muy importante", escribió el especialista en temas laborales de la CTA Autónoma Luis Campos en su cuenta de X.
