Ya no solo son las bodegas, los colegios y las tiendas, sino ahora las empresas de transporte público se encuentran en la mira de los extorsionadores en la capital.
Debido a las constantes amenazas y los ataques a balazos,más de 130 conductores de la Empresa de Transportes Urbanos Los Chinos S.A. (Etuchisa) decidieron no salir a trabajar desde ayer hasta que los dueños de la compañía y las autoridades les puedan brindar mayor seguridad.
La medida generó que cerca de 100 buses celestes se quedaran guardados en el paradero inicial, ubicado en la zona de La Ensenada, en Puente Piedra. Los más perjudicados fueron los cientos de pasajeros de la Panamericana Norte porque no pudieron acceder a esa ruta que llega hasta Villa El Salvador, donde está su paradero final.
“No hay garantía para salir a trabajar. Nosotros tenemos hijos, familia y hay temor de que nos maten. Ayer (martes), por la noche, dos desconocidos dispararon contra un bus que llevaba pasajeros, lo que destruyó sus lunas y otras partes”, contó un chofer que no quiso identificarse por temor a represalias.
Este sería el segundo atentado que sufren en menos de una semana. El jueves pasado, por la tarde, otro bus sufrió un ataque armado a la altura del malecón Chillón, en Puente Piedra.
“¿Qué esperan? ¿Que haya muertos para que recién reaccionen?”, denunció otro chofer tras pedir a los dueños de la empresa que se pronuncien.
Detrás de las extorsiones a transportistas en Lima norte estaría la banda ‘Los Injertos del Cono Norte’, que estaría liderada por Erick Moreno Hernández, alias el Monstruo, quien viene siendo intensamente buscado.
El mes pasado, delincuentes armados atacaron a balazos al chofer de un bus de la empresa de transportes Huandoy a la altura del kilómetro 23 de la avenida Túpac Amaru, en Carabayllo.
Los sujetos, tras disparar al conductor, se dieron a la fuga; mientras que la víctima resultó con una herida en la pierna, por lo que fue trasladado al hospital Sergio Bernales, de Collique.
Días después, el jefe de Operaciones de la empresa Huandoy recibió mensajes amenazantes, en los que le exigían que tenía que pagar un cupo de 200.000 soles para no atentar contra sus trabajadores. Los delincuentes decían que eran hombres de confianza del Monstruo.
El director del Consejo Nacional de Transporte Terrestre, Martín Ojeda, mostró su preocupación de que estos hechos delictivos se vengan agravando en Lima y regiones. “La situación ha empeorado en 270% en los últimos años. Los extorsionadores empiezan con mensajes intimidatorios; luego, envían fotos, balas y finalmente atacan”, señaló.
Ojeda solicitó a las dueños de las empresas que no guarden silencio, sino que sigan denunciando estos casos para que la policía pueda ejecutar una estrategia.
“Tenemos que empoderar a la PNP y evitar que malos fiscales liberen a estos delincuentes que, muchas veces, son contratados por los informales”, denunció.
La vocera del colectivo Peruanos de a pie, Cynthia Yamamoto, lamentó que “las personas que tienen que viajar a diario en transporte público, en su mayoría trabajadores y estudiantes, se vean afectados colateralmente por la delincuencia”.
El exministro del Interior Rubén Vargas afirmó que el Gobierno ha claudicado en su obligación de brindar seguridad. “Estamos secuestrados por los operadores de las economías ilegales”, concluyó. ❖
En febrero de este año, se conoció que la empresa de transportes San Genaro, que cubre la ruta Chorrillos-Callao, tuvo que pagar 9.000 soles por 18 meses a una banda de extorsionadores que no dejaba de enviarles mensajes amenazantes a sus conductores.
“A punta de sembrar miedo, los delincuentes recaudaron 162.000 soles a costa del trabajo honesto de los choferes”, dijo un agente de la PNP.
En Lima sur, otra empresa que era extorsionada era la Translima.
La PNP recomendó denunciar estos casos para que puedan rastrear los números telefónicos y hallar a los integrantes de estas bandas de extorsionadores.
