En Francia, la imagen del Citroën Traction es inseparable del primer verano con vacaciones pagadas, el de 1936. A partir de ese año, los trabajadores galos empezarían a contar días de asueto anuales en los que seguirían percibiendo su salario. Una medida que revolucionaría usos y costumbres y que traería cambios como el desarrollo del turismo de masas y el éxodo veraniego hacia las playas.