La resaca de los Juegos Olímpicos más inesperada es el asunto de las medallas. No tienen la calidad que se creía y el paso de los días está deteriorando su brillo, pero también su composición. Sobre todo las medallas de bronce no aguanta y muchos deportistas están empezando a tomar medidas drásticas.
Daire Lynch y Philip Doyle han tenido que devolver su medalla de bronce por un «problema crónico» que afecta a muchos olímpicos que quedaron terceros. Daire y Phillip Doyle se llevaron a casa el bronce en doble scull, convirtiéndose en uno de los tres medallistas de bronce de los Juegos Olímpicos más exitosos de la historia de Irlanda -junto a Mona McSharry y Daniel Wiffen-, pero han visto cómo las condiciones de sus medallas se deterioraban rápidamente.
Daire y Philip han estado luciendo sus medallas, pero ahora Daire reveló que el COI le quitó la suya para ver qué le pasaba al metal de las medallas, mientras que la capa superior de la medalla de Philip se había deteriorado y «destrozado».
«La mía está destrozada. Casi ha desaparecido la siguiente capa», explicó Philip, y Daire añadió:"»Quería quedarme con la mía, pero querían llevársela para investigar. Quieren ver qué les pasa a las medallas». "Algunas de oro se deterioran, pero no demasiadas, pero el bronce parece ser un problema crónico”, añadió Philip.
Las medallas llevan un dibujo de la Torre Eiffel en el reverso, con una inscripción de la prueba y el atleta en su base. Durante los Juegos, la clavadista del equipo británico Yasmin Harper confirmó que las medallas ya se estaban deteriorando antes de que los atletas hubieran abandonado París. La primera británica en el podio de los Juegos declaró que su bronce se había «empañado un poco» y «descolorido» después de que el patinador estadounidense Nyjah Huston señalara por primera vez en las redes sociales la mala calidad de la suya.
