No sabemos a ciencia cierta si el petróleo se agota o no porque hay opiniones y estudios contrapuestos sobre el asunto, pero lo que no admite discusión es el frenazo inversor que se ha producido en la Saudi Pro League que comienza este jueves. A la espera del inminente cierre del mercado, los clubes de la Liga árabe han gastado 760 millones de euros menos en fichajes que el año pasado. Si en la temporada 2023-24 aterrizaron en Arabia Saudí casi una centena de nuevos futbolistas (97 exactamente), en el curso actual esa cifra se ha reducido sobremanera. Solo han llegado 26 jugadores, una cuarta parte. ¿Ha sido la Liga saudí el fugaz y millonario sueño de un mercado de verano , el pasado? Entonces se gastaron cifras astronómicas para contratar a Neymar (el Al Hilal pagó 90 millones), Otávio (Al Nassr, 60), Malcom (Al Hilal, 60) o Fabinho (Al Ittihad, 47). En total, 950 millones de euros que primero provocaron sorpresa y después cierto temor en algunos despachos del fútbol europeo. Un curso más tarde, ese susto parece desvanecerse como arena del desierto entre los dedos. El gasto total ha descendido hasta los 188 millones. El fichaje más caro, el único de verdad elevado, ha sido el del internacional francés Diaby . El Al Ittihad pagó 60 millones al Aston Villa por él. Poco más. Ni siquiera los clubes que pertenecen o están amparados económicamente por el paraguas gubernamental del PIF (Fondo de Inversión Pública) —el citado Al Itthad, Al Nassr, Al Hilal, Al Ahli y Al Ettifaq— han hecho excesos. Solo el Al Qadsiah, cuyo banquillo ocupa Miguel González 'Míchel', ha actuado como solían hacer la mayoría de clubes árabes. Es decir, fichando en abundancia. Suyos son el segundo y el cuarto desembolsos más importantes — Ezequiel Fernández (19 millones) y Gastón Álvarez (12)—, y suyas también las incorporaciones de mayor repercusión internacional: Nacho (Real Madrid) Aubameyang (Marsella), Casteels (Wolfsburgo) o Quiñones (América). También se suma al equipo de la ciudad de Khobar otro joven español, Carlos Jiménez , procedente del Levante . Nacho coincidirá en su nuevo destino con dos excompañeros que estaban llamados a darle lustre y, sobre todo, renombre universal a la Saudi Pro League: Cristiano Ronaldo (Al Nassr) y Benzemá (Al Ittihad). Lo han conseguido a medias. Indudablemente, Cristiano (39 años) le ha dado mucho más al fútbol de ese país que lo que le ha devuelto el club en el que milita. El delantero portugués llegó en enero de 2023 y, pese a su inagotable aportación goleadora, todavía no ha ganado ni un solo título reconocido oficialmente por la FIFA . Benzemá (36) fue fichado seis meses más tarde, en junio del año pasado, y tampoco ha podido levantar ningún trofeo en su primera temporada árabe. El nuevo curso del torneo árabe trae novedades, algunas también con cierto carácter ahorrador. Así, el número de jugadores por plantilla se reduce de 30 a 25. Es cierto que aumenta la cantidad de extranjeros que se pueden inscribir (pasa de 8 a 10), pero también es obligatorio tener un mínimo de 11 futbolistas saudíes . Se ve que los rectores federativos pretenden seguir fomentando el fútbol local pues, relacionada con esta última medida, el año pasado ya redujeron el límite de edad para debutar en la Liga. Si antes había que haber cumplido 18 años, desde la temporada 23-24 se puede hacer con 16. Pero esas normas son meros cambios internos, poco o nada eficientes fuera de sus fronteras. Y la intención del Gobierno de Arabia es atraer la mirada del fútbol —y del deporte— mundial. Por eso, viendo la escasas y poco atractivas operaciones ejecutadas por los clubes, el PIF urdió la jugada de Vinicius . A la desesperada, uno de sus equipos, Al Ahli, hizo llegar a oídos del jugador brasileño del Real Madrid una oferta de las de antaño: 1.000 millones de sueldo por cinco temporadas . No se conoce respuesta ni novedad al respecto. El grifo del dinero sigue cerrado.