El reciente caso de violencia física y psicológica por parte de Christian Cueva contra su esposa y madre de sus hijos Pamela López evidencia nuevamente el machismo en la sociedad actual al atacar con cuestionamientos a la denunciante. "¿Por qué no denunció antes?", ¿Por qué aguantó tanto?", "¿Por qué esperó hasta ahora?". Estas y otras preguntas que recaen sobre las víctimas suelen aparecer por montones cuando se presentan estas situaciones.
Los cuestionamientos se erigen sobre las mujeres que les da una carga extra que solo agrava su situación de vulnerabilidad. El estudio 'Perú: Feminicidio y Violencia contra la mujer 2015 - 2023', exactamente en la página 70, realizó una investigación en la que se consultó por las 'Razones por las que no buscó ayuda' con relación a los motivos que las disuaden de acudir por ayuda a las autoridades.
Las respuestas fueron las siguientes:
No obstante, detrás de estas frías estadísticas se puede desmenuzar diferentes razones que permiten explicar más de estas 'motivaciones'. La República habló con especialistas en salud mental y derecho para tener un panorama más amplio al respecto.
Illary Ramírez Freyre, especialista en salud pública del Ministerio de Salud, afirma que "el miedo a las represalias" es uno de los principales motivos por los cuales las mujeres no denuncian. La violencia, que muchas veces se normaliza con el tiempo, genera una profunda incertidumbre y temor en las víctimas. "La violencia no se da de la noche a la mañana", explica Ramírez, resaltando que las mujeres temen "ser juzgadas" y "no recibir el apoyo necesario" por parte de su entorno o las instituciones. Además, menciona que "las trabas institucionales" y la falta de protección real en el sistema judicial desalientan a muchas mujeres de buscar ayuda.
Ramírez Freyre enfatiza que la violencia contra la mujer es "un problema de salud pública" y no solo de salud mental. Las mujeres víctimas enfrentan dificultades como la dependencia económica, el aislamiento social y la falta de confianza en el sistema de justicia. "Muchas veces se ha perdido la confianza en los servicios de justicia", agrega. Subraya que estas barreras estructurales complican aún más la decisión de denunciar. Además, el entorno familiar y social también influye, ya que las víctimas temen "ser juzgadas" por haber tardado en tomar acción, lo que perpetúa un ciclo de violencia y silencio.
Además, la especialista añade que existen "292 centros de salud mental comunitaria a nivel nacional que abordan los problemas de salud mental y los problemas psicosociales como la violencia familiar". Así como también la línea 103 opción 5 que es una vía para denunciar este tipo de violencia.
Cynthia Silva, vocera institucional de DEMUS – Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer, señala que "los estereotipos de género colocan a las mujeres en una posición de responsabilidad por la violencia que sufren". Esta situación, sumada a la "falta de confianza en un sistema de justicia que escudriña la vida de la víctima", hace que muchas mujeres no se atrevan a denunciar. Silva también menciona que "la vergüenza, los reproches del entorno, y la dependencia emocional o económica" son factores que contribuyen a que las mujeres duden en denunciar, lo que prolonga su exposición al peligro y perpetúa la violencia.
Según Cynthia Silva, vocera institucional de DEMUS, la revictimización ocurre cuando el sistema de justicia provoca un daño adicional a la víctima, obligándola a revivir situaciones traumáticas innecesariamente. Silva señala que "es muy importante difundir la definición de revictimización" y explica que este fenómeno se agrava cuando el sistema "escudriña la vida de la víctima" en lugar de centrarse en los actos del agresor. Además, menciona que la revictimización se manifiesta en el uso de estrategias legales que buscan desacreditar el testimonio de la víctima, lo que perpetúa su sufrimiento y, a menudo, resulta en la impunidad del agresor.
Si eres o conoces a alguien que ha sido afectada o involucrada en hechos de violencia familiar o sexual, comunícate de manera gratuita a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que cuenta con un equipo especializado en “brindar información, orientación y soporte emocional”. Además, la Línea 100 tiene la facultad de derivar los casos de violencia familiar o sexual más graves a los Centros de Emergencia Mujer o al Servicio de Atención Urgente.
Este servicio atiende las 24 horas, todos los días del año (incluye feriados). Recuerda que, ante una emergencia, los números de teléfono a los que te puedes comunicar son el 116, número de los bomberos, o al 105, número de la Central de Emergencia de la Policía Nacional del Perú.
