El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pactado con ERC, la cesión de competencias hasta ahora no contempladas en el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Entre las mas importantes figuran las siguientes:
Es práctica habitual en el Presidente, cambiar de opinión; lo ha hecho en multitud de ocasiones, es la fórmula en la que Pedro Sánchez gestiona su gobierno. Empero, hay que reconocerle virtudes de liderazgo entre sus votantes y capacidad para saber cómo convencer. Es así mismo lamentable sin embargo, que el Presidente se entregue al “ chantaje” de Carles Puigdemont, Arnaldo Otegui, Antonio Ortuzar o Marta Rovira. Estos cuatro individuos, cogobiernan el país con más poder que los socios de gobierno de Pedro Sánchez; y tienen como objetivo doblegar España.
Permítaseme señalar, la pena que me produce que el Presidente no se de por enterado del serio problema que supone para el país entregarse a las peticiones de los independentistas; dígase lo que se quiera, el Jefe del Gobierno tiene asumido que España es “ troceable” y, que puede decidir como repartir el dinero público, con el descontento que supone entre las comunidades menos favorecidas y las que no lo son tanto. A juicio de este modesto observador, la toma de estas arbitrarias decisiones son nefastas para el equilibrio político.
Como apunté al principio, son muchas las concesiones que el Presidente está dispuesto a dar a Cataluña, creyendo que es la forma de apaciguar y pacificar el conflicto; nada más lejos de la realidad; como he antedicho, el conflicto va a continuar hasta que Cataluña consiga la independencia.
A las cesiones que he apuntado al principio de este escrito, se suman otras no menos importantes que son las siguientes:
Tantas decisiones arbitrarias de este Gobierno con respecto a Cataluña, van a conllevar a un cambio de modelo de Estado, abandonando el actual modelo consensuado en la Constitución del 78 y, aprobado en referéndum por todos los españoles y llendo hacia un modelo confederal, a un modelo asimétrico donde los españoles no vamos a ser todos iguales, lo que va ha permitir que dos o tres autonomías se conviertan en naciones o “Estados Libres Asociados”. Cataluña, País Vasco y Navarra, en el mejor de los casos.
Para concluir, quiero referirme a lo que decía uno de los padres de la Constitución: Miguel Roca, acerca de la diferencia entre Nación y Nacionalidad. Decía así: la diferencia entre Nación y Nacionalidad es que la Nación va unida al Estado, y la Nacionalidad no. Según esta definición, sería un dislate anticonstitucional ir hacia un modelo “ confederal”, abandonando el modelo de las autonomías que con sus luces y sus sombras ha dado a España, equilibrio, igualdad y prosperidad.
Agustín Hidalgo. Economista. Diplomado en comercio y relaciones exteriores por EOI.