El Gobierno ha invertido seis millones de euros en una campaña para impulsar la marca España. El Ministerio de Industria y Turismo, dirigido por Jordi Hereu, aprobó hace un año un plan para fomentar a través de Facebook, Twitter, Instagram... la llegada de visitantes extranjeros durante el verano. La consultora Llorente y cuenca fue la adjudicataria final de este contrato, con un valor de 5.760.000 euros antes de impuestos y un valor total de 6.969.600. El periodo de ejecución consta de dos años, se extiende desde el pasado verano hasta este.
El año pasado, el turismo supuso el 12,8% del Producto Interior Bruto (PIB): más de 180.000 millones de euros, según cifras de Exceltur. Se trata del máximo histórico, acorde al récord de visitantes que registró el INE. Esta actividad ha supuesto el crecimiento del 70,8% del PIB; sin él, habría crecido tan solo un 0,8% en vez del 2,5% cifrado por el Banco de España en su informe anual.
El Gobierno atraviesa una etapa de convulsión: por una parte, mantiene y fomenta el apoyo al turismo y a la llegada de extranjeros al país como principal motor económico, pero la cuota de Sumar en el Ejecutivo recela de un turismo que tiene una influencia directa sobre el día a día de los vecinos en localidades costeras y que dispara el precio de la vivienda en las grandes urbes. Según analizan desde Más Madrid —englobada a nivel nacional en la coalición que lidera Yolanda Díaz en el Consejo de Ministros—, el 25% de los pisos del centro de la capital se destinan a alquiler vacacional.
Desde Sumar consideran que la llegada masiva de extranjeros provenientes de lugares con mayor poder adquisitivo o que deciden gastar por encima de lo habitual en sus vacaciones, infla los precios de los comercios alrededor de las zonas con más visitantes; de modo que los residentes no pueden hacer frente al alza del coste de la vida. Un problema que afecta, principalmente, a Madrid y Barcelona, donde el precio de la vivienda resulta uno de los principales problemas para la población más joven. El alcalde de la ciudad condal, Jaume Collboni, anunció el fin de los apartamentos turísticos y la prohibición de Airbnb en la ciudad a partir de 2028.
En 2023, España registró el mejor dato en turismo desde que hay registros: un total de 85,1 millones de viajeros internacionales visitaron nuestro país entre enero y diciembre. La cifra supera en casi un 2% la alcanzada en 2019, —el último dato comparable por las restricciones de movimiento provocadas por la pandemia de la covid-19—. 52 millones de turistas entre Andalucía, Baleares, Murcia, Canarias y la Comunidad Valenciana, un 5,2% más que cuatro años antes.
Las autonomías que más aumentan en el número de visitantes se encuentran en el norte: País Vasco, Asturias y Cantabria, con un 26,6%, 20,8% y 13,1% más que en 2019. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la duración media de los viajes apenas supera los siete días, una cifra casi idéntica a la de hace cuatro cinco años.
El gasto de los turistas ha aumentado casi un 20%; 108.662 millones de euros frente a los 91.912 de 2019. Las actividades acaparan la mayor parte del total, con casi un 25%.
