El 21 de agosto de 2020, el Sevilla FC, en una final inusual, con el estadio Rhein Energie de Colonia vacío, se proclamó campeón de la UEFA Europa League por sexta vez. La costumbre de ganar finales europeas en mayo se trasladó a agosto. La pandemia obligó a mover la sede e incluso la fecha, pero nada impidió que el Sevilla ganase en aquella final al Inter de Milán por 3-2. El camino para llegar a esa final, se resolvió en una fase de grupos convencional con rivales como Qarabağ, Apoel y Dudelange. En la eliminatoria de dieciseisavos de final, el Sevilla venció al Cluj a doble partido y a partir de ahí, comenzó un torneo totalmente distinto debido a las exigencias sanitarias del Covid-19. El Sevilla quedó emparejado con la Roma para los octavos de final y el partido de ida debía disputarse el 12 marzo de 2020 en el Sánchez-Pizjuán. Sin embargo, ante las restricciones impuestas, se planteó la posibilidad de jugar el partido a puerta cerrada. Sin embargo, el partido no se llegó a disputar, mientras que otros duelos de octavos si se llevaron a cabo y la competición se vio aplazada durante cinco meses. Ante la complejidad del calendario, los partidos que no se jugaron, como el de Sevilla-Roma, se disputaron a partido único en campo neutral, mientras que el resto de equipos que habían jugado la ida, jugaron la vuelta con el resultado de la ida como referencia. El club hispalense venció a la Roma por 2-0 y posteriormente derrotaría a Wolverhampton Wanderers y al Manchester United para llegar a la final, en la que le esperaría Inter de Milán. El Sevilla comenzó con mal pie la final. A los cinco minutos, Lukaku ponía el 0-1 en el marcador, sin embargo, De Jong se puso la capa de heroe y remontó el partido en el primer tiempo. Godín mandaría el partido al descanso con empate a dos en el luminoso. La segunda parte se resolvió a favor del Sevilla con una chilena mas que sorprendente de Diego Carlos que rebotaría en Lukaku e iría hacia el fondo de la red. Bono le pidió prestada la capa de héroe al holandés y salvo al Sevilla en varias ocasiones, siendo mas que protagonista en la coronación del club de Nervión como hexacampeón de su competición favorita. El once con el que Julen Lopetegui afrontó el partido, contaba con: Bono, Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Reguilón, Joan Jordán, Fernando, Banega, Ocampos, Suso y De Jong . Gudelj, Munir, Franco Vazquez y En-Nesyri, fueron los cambios. De aquella plantilla, sólo cinco jugadores quedan en el Sevilla a día de hoy: Navas, Suso, Jordán, Ocampos y Gudelj, disputaron aquella final. Además de ellos, Juanlu formaba parte del la expedición del club con ficha de filial. La reestructuración del Sevilla con el paso de estos años recuerda a las ocurridas en 2018-19 o las de 2013-14, en las que un sin fin de salidas fueron reemplazadas con otra decena de nuevos futbolistas. En Sevilla, esta formula ha sido costumbre y le ha catapultado a lo mas alto de la mano de Monchi. Ahora, Orta tiene la tarea de replicar a su antecesor.