En una demostración de apoyo contundente, Michelle y Barack Obama expresaron su respaldo a Kamala Harris durante la Convención Nacional Demócrata celebrada el martes por la noche en Chicago.
En sus discursos, instaron a los votantes demócratas de todos los Estados Unidos a acudir a las urnas para asegurar la derrota de Donald Trump en las elecciones de noviembre.
“La esperanza está regresando”, afirmó Michelle Obama ante la multitud, evocando el eslogan de campaña de “esperanza y cambio” que marcó las candidaturas de su marido.
Los Obama, altamente estimados dentro del Partido Demócrata, elogiaron a Harris y dirigieron críticas al actual presidente Trump, describiendo su mandato como una era de “fanfarronería y caos”.
No obstante, advirtieron que la carrera electoral de Harris sigue siendo una competición reñida, especialmente en un conjunto de estados clave que determinarán el resultado bajo el sistema del colegio electoral.
“No se equivoquen, será una pelea”, enfatizó Barack Obama, de 63 años. Por su parte, Michelle Obama añadió: “Necesitamos votar en cantidades que eliminen cualquier duda”.
Barack Obama destacó que Estados Unidos está preparado para un “nuevo capítulo”, haciendo alusión a la posible elección de Kamala Harris, quien asumiría la presidencia. “Estamos listos para una presidenta, Kamala Harris. Y Kamala Harris está lista para el trabajo”, afirmó.
El llamado a la acción electoral de los Obama refleja una preocupación latente dentro del partido sobre la estrecha contienda con Trump, quien mantiene un apoyo sólido entre sus partidarios fieles.
Aunque Harris aventaja ligeramente en las encuestas nacionales, los sondeos en los estados decisivos indican un empate virtual, planteando incertidumbres sobre el desenlace.
Al describir su campaña, Harris se ha retratado como una forastera en la competencia junto a su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota, Tim Walz. Los Obama señalaron el resurgido entusiasmo dentro de su partido tras la decisión de Harris de ocupar el lugar del presidente Joe Biden, destacando paralelismos con la propia victoria de Obama en 2008.
El pasado político de Barack Obama, quien sirvió dos mandatos y presenció la derrota demócrata ante Trump en 2016, se incorporó a los discursos que instaron a un enfrentamiento vigoroso contra el presidente en funciones.
Michelle Obama, conocida por su célebre frase “cuando ellos van bajo, nosotros vamos alto”, expresó sus críticas hacia Trump por comentarios “misóginos y racistas”.
Durante su intervención, utilizó un enérgico golpe retórico contra Trump en relación con su uso del término “empleos negros” en la campaña electoral, reforzando la narrativa de desafío ante él. También homenajeó a su madre fallecida, Marian Robinson, reforzando un sentido de compromiso personal con su participación en el evento.
Mientras tanto, Trump y su compañero JD Vance realizan mítines estratégicamente situados, como una reciente conferencia de prensa en Wisconsin enfocada en puntos vulnerables percibidos en la administración de Harris, incluida la seguridad pública y la economía.
En la convención, Harris, aunque ausente físicamente, tuvo un simbolismo significativo con un pase de lista alegre y rítmico en el que se formalizó simbólicamente su candidatura. Con actuaciones como la del DJ que acompañó a los delegados estatales mientras manifestaban su apoyo, se reflejó un evento festivo.
El día culminó con Doug Emhoff, esposo de Harris, narrando su historia personal, subrayando las cualidades personales y profesionales de Harris, y destacando momentos fundamentales compartidos en su vida.
En conjunto, los discursos y eventos de la convención subrayan un mensaje central: la noción de que Harris es la líder adecuada para confrontar los desafíos actuales, tanto en el contexto de los comicios como en el futuro de la nación.