Si bien hoy en día Apple goza de una gran popularidad en el mundo de la tecnología, esto no era así hace años. Durante el siglo pasado, algunos empleados de la compañía cumplían la función de 'apóstoles' o 'evangelistas', quienes eran personas dedicadas a difundir los beneficios de los productos que lanzaban, para que así diversas empresas los adopten.
Ese puesto lo llegó a ocupar José Carreón, el único peruano que trabajó como 'apóstol' de Apple. Incluso estuvo bajo la dirección de Steve Jobs, de quien menciona que tuvo cierto tipo de tratos que, finalmente, lo obligaron a presentar su renuncia a la compañía. ¿Cómo fue su paso por esta importante empresa tecnológica? Aquí te lo contamos.
Al igual que otros 'apóstoles' de Apple, el trabajo de José Carreón consistía principalmente en convencer a los desarrolladores de software de que dejen de hacer programas para Windows y, en su lugar, lo hagan para Macintosh, una de las primeras computadoras de Apple. En caso de que respondieran que querían trabajar para ambos sistemas, se les pedía que la versión para Apple sea la mejor.
Antes de unirse a la empresa fundada por Steve Jobs, Carreón trabajaba en una compañía pionera en la construcción de minicomputadoras. En 1993, recibió una llamada en la que le ofrecían ser el gestor de las alianzas estratégicas de Apple. Aceptó de inmediato. Sin embargo, durante esos primeros años no colaboró directamente con Jobs, quien estaba dirigiendo su otra empresa llamada NeXT.
En 1996, Steve Jobs regresa a trabajar en Apple. Desde ese año, Carreón empezó a tener una relación directa con Jobs, a quien debía informarle sobre sus tareas de 'evangelización'. Allí conoció el lado problemático del cofundador de Apple, el cual lo llevó a renunciar a la compañía.
Durante 1996, una de las principales metas de Carreón era convencer a 500 empresas para que adoptaran el sistema operativo Mac OS 8. Para lograrlo, tuvo que realizar varios viajes alrededor del mundo. Al final, logró cerrar contrato con 600 compañías, superando así su objetivo principal. Pensó que Steve Jobs lo felicitaría, pero no fue así.
Luego de entregarle el reporte, Jobs le pidió que cerrara contrato con 2 empresas más, las cuales Carreón excluyó por considerarlas poco relevantes. 'Al parecer, Jobs les había hecho una promesa a sus directivos de que les iba a facilitar la migración de sus comunicaciones', contó al portal La Mula.
Jobs le pidió que viajara lo más pronto posible. Esto obligó a Carreón a cancelar los planes que había organizado con sus dos hijos para el fin de semana.
En una semana logró firmar los contratos y al ingresar a la oficina de Jobs, él solo le pidió que dejara los papeles y se retirara, sin decirle nada más. 'Ese es un ejemplo de cómo era él', contó Carreón.
Este tipo de actitudes, donde Carreón sentía que su trabajo no era bien valorado, lo empujaron a renunciar a la compañía. En una entrevista con El Comercio, contó que, cuando le dijo a Jobs que iba a renunciar, él le pidió que regresara el lunes. Llegado tal día, Jobs simplemente le dijo 'chau'. Ni siquiera le estrechó la mano.
A pesar de estos comportamientos, Carreón lo recuerda como un mentor. 'Él trataba así a todos por igual, te hacía sentir arriba en un momento y en otro te bajaba', contó a La Mula.
La última vez que interactuó con el cofundador de Apple fue dos años antes de su muerte. Carreón fue a las oficinas de la compañía porque su sobrino le pidió que le enseñara el lugar donde había trabajado. De repente, aparece Steve Jobs y ambos se saludan. Carreón le pregunta si podría tomarse una foto con su familia. Jobs solo respondió: 'no más fotos'.