¿Qué pensó el hermano Nicanor que pasaría cuando comenzó a reclutar prefectos y subprefectos con miras a formar un partido político de la familia Boluarte? Como era de esperar, fue detenido en pleno vuelo. El futuro de la agrupación Ciudadanos por el Perú está, como la libertad continuada del propio hermano, en veremos.
Hay testigos que afirman que, además de usar su influencia en el Estado para avanzar en la formación de un partido privado (¿CPP?), algo que ya es de por sí un delito, el hermano Nicanor cobraba cupos para subir gente a bordo, otro delito. No sorprende, entonces, que la justicia lo haya arrestado con abogado y todo.
Es casi tradicional que el primer mandatario de este país, y de varios más, llegue al poder con un hermano, o un hijo, que resulta una verdadera joyita. Las excepciones son notables, y merecen gratitud. Pero un hermano joyita es su propio castigo, pues el presidente no sabe hacia dónde este se va a disparar. Entonces, es más un pasivo que un activo.
Asumiendo que el CPP hubiera pegado, ¿algún politólogo le podía haber visto futuro al partido de una presidencia tan impopular? Pero quizás las aspiraciones de todo el tinglado no son políticas, sino más bien comerciales. Para los promotores está el dinero de la matrícula, y para los wayki-prefectos, hay todo lo que puedan agenciarse desde el cargo.
La operación estaba despegando, da a entender Víctor Torres, amigo cercano de los hermanos y ahora último colaborador eficaz dedicado a delatarlos. No es poca cosa casi una cincuentena de prefectos y subprefectos reclutados para formar un partido. Uno de ellos, nos enteramos recién, es un minero ilegal conocido y reconocido.
Para la presidenta de la República, estos asuntos cobrarán todo su peso cuando ella deje el cargo. Pero para el hermano, la cosa va a cobrar todo su peso mucho antes. Imaginemos nomás a medio centenar de nombrados tratando de sacudirse los peligros de un juicio en marcha contra el hermano Nicanor. Colaboradores eficaces todos.
A estas alturas, solo falta que se les haya recortado el sueldo a esos prefectos y subprefectos. Pues las modalidades en este periodo son muy parecidas: de poder a poder, de rama administrativa en rama administrativa, de partido en partido.