El árnica es una hierba medicinal ampliamente reconocida por sus propiedades curativas. Esta planta se ha convertido en un recurso natural clave para quienes buscan alivio del dolor y la inflamación.
Entre los beneficios de esta hierba medicinal se destaca su capacidad para prevenir la osteoartritis, reducir la hinchazón provocada por golpes y calmar diversas dolencias.
Según Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el árnica es apreciada por sus componentes activos, los cuales tienen la capacidad de:
Aunque muchas personas usan esta planta medicinal para tratar el dolor asociado con la osteoartritis, así como para aliviar hematomas, sangrado y la hinchazón postoperatoria, la evidencia científica que respalde estos usos es limitada.
Sin embargo, su aplicación tópica ha mostrado resultados positivos, especialmente en casos de osteoartritis.
Se demostró que el uso de un gel de árnica 2 veces al día durante 3 semanas puede reducir el dolor y la rigidez en las articulaciones, mejorando la función en personas con osteoartritis en la mano o la rodilla, con una eficacia similar a la del ibuprofeno.
El árnica se puede utilizar de diversas maneras, pero es fundamental conocer cómo consumirla de forma segura:
Usá cremas, geles o ungüentos que contengan árnica, aplicándolos directamente sobre la piel en la zona afectada. Esta s una opción efectiva para tratar dolores musculares, inflamaciones, hematomas y molestias articulares, especialmente en casos de osteoartritis.
Si deseás consumir árnica de forma interna, elegí preparados homeopáticos.
Estos productos están diluidos a niveles seguros y se utilizan para tratar dolores generales y otros malestares, siempre bajo la orientación de un profesional de la salud.
No consumas árnica en su forma natural por vía oral, ya que puede ser tóxica y causar efectos adversos graves.