Doce defensas, doce centrocampistas, otros tantos delanteros y media docena de porteros. Una plantilla tan equilibrada como exagerada. La acumulación de jugadores en el vestuario del Chelsea es la comidilla en la Premier y en el fútbol mundial. Nadie se explica a qué obedece ese alud de contrataciones en una entidad histórica y rica, pero deportivamente en crisis. Un club que celebró su último título, la Supercopa de Europa , hace tres años y que busca recuperar su sitio de privilegio en Inglaterra y en la competiciones internacionales. De momento, y de milagro, durante este curso participará en la Conference League , el tercer torneo europeo en importancia creado por la UEFA en 2021. Quedan nueve días para el cierre del mercado de verano, y la tumultuosa convivencia de los 42 futbolistas azules en las instalaciones del equipo londinense es objeto de bromas y montajes en Internet desde hace semanas. Y está a punto de llegar un nuevo jugador: Joao Félix . Al menos, el delantero procedente del Atlético no incrementará la nómina del Chelsea. La operación entre los clubes inglés y español incluye la salida de Gallagher rumbo a Madrid. Pero da igual. Pocos entienden la contratación de un nuevo hombre. Lo resumió James Carraghe r, legendario exfutbolista del Liverpool y de la selección inglesa, actualmente comentaristas deportivo en la cadena 'Sky Sports'. Carragher lanzó un mensaje al aire, dirigido de forma impersonal a los futbolistas: « ¡Dejad de fichar por el Chelsea! La única razón por la que podrías hacerlo es porque tu agente te dice: 'vamos a conseguir un contrato largo por mucho dinero'. Es dinero garantizado, pero no entiendo cómo los jugadores firman contratos de siete años». Y cuando le preguntaron su opinión acerca de la posición que ocupará Joao Félix sobre el césped, Carragher tiró de ironía: «¿Que dónde va a jugar? Lo que habría que saber es dónde se va a cambiar en el campo de entrenamiento. Si tienes más de 40 jugadores, ¿cómo entran en el vestuario? , ¿cómo puedes organizar una sesión de entrenamiento?» Esa última pregunta conecta con lo sucedido el pasado domingo, cuando Enzo Maresca , entrenador del Chelsea, tuvo que sentarse a elaborar la lista de convocados para el partido incial de la Premier 2024-25 que jugaron —y perdieron (0-2)- ante el Manchester City . Al técnico italiano le sobró más de la mitad de la amplísima plantilla. Eso le obliga a descartar a mucha gente y, en consecuencia, provocó mucho descontento. Como el mostrado por Sterling en un comunicado que publicó el mismo domingo. Resumiendo, dijo que quiere jugar y que no se va. El presente y futuro del Chelsea está en manos de su propietario, Todd Boehly , empresario estadounidense cuyo patrimonio es, según Forbes, superior a 5.500 millones de euros. Adquirió el club londinense en mayo de 2022, cuando el ruso Roman Abramovich se vio obligado a venderlo tras ser sancionado por la Unión Europea por su relación con Vladimir Putin , presidente de Rusia, en la guerra de Ucrania. Boehly es presidente de Eldridge Industries, potente fondo de inversiones, y posee más de cien empresas relacionadas con el ocio y el deporte. Entre ellas, el catálogo de canciones de Bruce Springsteen y Los Angeles Dodgers . Este, un equipo de béisbol, es su modelo para el Chelsea. Los Dodgers fichan a toda estrella que se pone a tiro y son uno de los grandes de la Serie Mundial (Liga nacional). Su plantilla (roster) lacomponen 40 jugadores. Eso sí, allí todos tienen su sitio para cambiarse en el vestuario.