Tomar una decisión, por sencilla que sea, no es nada fácil. Menos aún si tienes que elegir entre mantener tu matrimonio o dejarlo todo por amor , sin saber si el futuro te deparará buena suerte. En esta encrucijada se vio envuelta Julia Clark , una mujer de 53 años que decidió romper su relación con su marido Peter tras enamorarse de un hombre 20 años menor que ella durante un viaje a Egipto. En 2016, esta británica se encontraba de vacaciones junto a su esposo y sus dos hijas, Melissa y Ameila, cuando conoció a Ahmed, un trabajador del hotel en el que la familia se alojaba en El Cairo. El egipcio, de 35 años, hizo muy buenas migas con Julia durante su estancia y, antes de que esta se marchara, la agregó a Facebook con la intención de mantener el contacto. Este pequeño gesto, que comenzó con una conversación amistosa, acabaría desembocando en toda una aventura romántica . Apenas tres meses después de conocerse, Ahmed le desveló que se había enamorado de ella y, a pesar de estar casada, Julia también comenzó a desarrollar sentimientos por el egipcio. Una situación que fue escalando hasta que Peter, el esposo de Julia, se enteró de la aventura telefónica que su mujer y el trabajador del hotel habían estado manteniendo desde hace un tiempo. En aquel momento, lejos de estar enfadado, Peter fue sincero con Julia y le aconsejó que, si amaba a Ahmed, debía irse y luchar por esa relación , aunque eso supusiera la ruptura de su matrimonio. En marzo de 2017, la pareja ponía punto y final a su relación y comenzaba el proceso de divorcio , tras el cual mantuvieron siempre una relación de amistad . Apenas un año después, Ahmed acabaría por proponerle matrimonio a Julia durante un pequeño viaje a Egipto y esta aceptó la propuesta, viendo que al final su decisión había sido lo mejor que podía hacer. Tras constantes viajes entre Reino Unido y El Cairo, la británica decidió dejar a su familia y mudarse definitivamente junto a su prometido para vivir la «nueva vida» que ambos querían. 12 días después de trasladarse a la capital egipcia, Julia y Ahmed se daban el 'sí quiero'. Sin embargo, la burbuja de felicidad en la que ambos vivían después de haberse conocido no tardaría mucho tiempo en romperse: «Las cosas fueron cuesta abajo» , contó la mujer recientemente al diario Mirror , explicando que la actitud de su marido fue cambiando a partir de entonces. Poco después de su boda, la británica comenzó a notar pequeños gestos que denotaban un desgaste de su relación. Ahmed ya no quería tener citas con ella y «salía durante horas por la noche» sin darle ningún tipo de explicación: « Yo ya sufría de ansiedad, pero esto la empeoró . Un día, le envié un mensaje a Ahmed para preguntarle si podíamos volver a tener una buena vida. Empezó a sacarme de casa con más regularidad y pensé que había cambiado», relató al citado medio. Esta estabilidad no duró mucho, pues pocos meses después comenzaría la gran debacle de su relación: el egipcio quería una segunda esposa . «Necesitaba casarse con una mujer egipcia para poder tener hijos , ya que yo soy mayor y he pasado por la menopausia. Me rompió», explicó Julia, que no era capaz de imaginarse a su marido teniendo bebés con otra mujer. Aunque la posibilidad de tener una segunda esposa ya la habían discutido, había sido el egipcio quien lo había descartado desde el primer momento: «Él me había dicho que no necesitaba a nadie más y que no le importaba no tener hijos propios », recordó la británica, que a pesar de todo se casó «bajo la ley islámica». Según recogen estos preceptos, Ahmed tenía derecho a cuatro esposas, aunque la pareja decidió dejar por escrito que si él quería otra esposa tenía que pedirle permiso. Algo a lo que la propia Julia se negó: « Le dije que no podía compartirlo . Me dijo que olvidara lo que había dicho, pero no pude y nos distanciamos. Me alejé de la relación porque no veía futuro en ella », reconoció. En septiembre de 2022, la pareja decidió divorciarse tras apenas unos años de matrimonio. Julia, que regresó al Reino Unido un año después de la separación, siente ahora que «desperdició seis años de su vida» , aunque todavía añora su vida en Egipto y «la gente y la cultura». Ahora, Julia se arrepiente de haber roto su matrimonio para perseguir su relación con otro hombre: « Me sentí estúpida. Mi ex Peter era un buen hombre. Le di todo a Ahmed . Le di el mundo», lamentó casi siete años después de su separación. La británica no ha perdido la esperanza de encontrar el amor a pesar de los dos fallos previos, pero sí admite que «no hay posibilidad de reconciliación con Peter» : «Conocí a otro egipcio antes de volver al Reino Unido, alguien más o menos de mi edad, y creo que realmente se preocupa por mí. Pero en los momentos de duda, pienso 'No es real', porque pensé erróneamente que lo que tenía con Ahmed era real ».