Salvador Illa ha tomado ya posesión como presidente de la Generalitat y lo ha hecho gracias al apoyo imprescindible de Esquerra, que ha arrancado varias cesiones y la más importante es la soberanía fiscal para Cataluña. El "cupo catalán" que han pactado socialistas y republicanos tiene que pasar por el Congreso y está por ver si acaba aprobándose ya que implica que la Generalitat recaude y gestione todos los tributos que se pagan en Cataluña, lo que rompe la "caja común" y deja en el aire la capacidad financiera del resto de autonomías. En todo caso, más allá de si acaba aprobándose o no, está claro que ha generado mucho rechazo entre los españoles, tal y como atestigua la última encuesta de NC Report para LA RAZÓN, que recoge que el 38,5% de los votantes del PSOE están en contra del "cupo catalán".
En total, el 67,7% de los encuestados están en contra mientras que tan solo el 23,3% está a favor de la soberanía fiscal de Cataluña. Pero llama la atención tanto el alto porcentaje de votantes del PSOE que están en contra como el de los electores de Sumar, que asciende al 40%: de hecho, en el partido Yolanda Díaz ha habido división en torno a este tema ya que dentro de la organización ha habido muchas voces críticas, comenzando por el jefe económico de la formación, Carlos Martín. También Compromís y Chunta Aragonesista se han mostrado críticas y ambas fuerzas suman tres escaños, que pueden ser casi trascendentales para tumbar el concierto económico.
El Gobierno trata de maquillar el acuerdo fiscal con Esquerra aduciendo que hay una cláusula de solidaridad que hará que Cataluña contribuya a las finanzas del resto de autonomías mediante una cuota, que será "conocida y reconocida". No obstante, está por ver cuál es el alcance ya que genera mucha desconfianza incluso entre los barones socialistas.
De hecho, el acuerdo entre PSC y Esquerra incluye más cosas que el pacto fiscal ya que incorpora el blindaje del catalán con medidas como la vehicularidad en la educación; el mantenimiento de las "embajadas" con la creación de un Cuerpo de Acción Exterior; o, la promoción de las selecciones deportivas catalanas. En este sentido, el 33,8% de los votantes del PSOE rechazan todo ese pacto entre PSC y ERC: es más, el 45% de los electores de Sumar también está en contra.
El votante socialista parece muy crítico con Sánchez y con su primer año de legislatura, que se este 17 de agosto, ya que un 30,8% hace una mala o muy mala valoración. En el caso de los votantes de Sumar, ese porcentaje se eleva al 35%, una cifra significativa y que deja a Yolanda Díaz en mal lugar en su pugna con Podemos, ya que los morados han ido endureciendo el tono con el Gobierno y tratan de ir imponiendo una visión crítica.
En este sentido, a partir de otoño se abre un periodo muy importante: los Presupuestos, que tienen que negociarse. Sin Cuentas, el Gobierno parece condenado a convocar elecciones ya que sería el segundo año consecutivo prorrogándolas. De hecho, un 50,5% de los votantes de Sumar considera que Sánchez no puede gobernar si no consigue aprobar los Presupuestos; también opina de esa manera el 78% de los votantes del PP y el 91,6% de los de Vox, mientras que en el PSOE esa cifra se reduce a un 21,5%.
Sin Presupuestos, ¿se deben convocar elecciones? Jurídicamente, no hay ninguna Ley ni jurisprudencia que obligue al Gobierno a hacerlo, pero sí es cierto que más de la mitad de los encuestados (51,9%) considera que debe convocar elecciones. En concreto, de esa manera opinan el 24,6% de los votantes del PSOE; el 44% de los de Sumar; el 67,1% de los de PP; y, el 92,4% de los de Vox.
La aprobación de los Presupuestos, en todo caso, dependerá de los independentistas, una dependencia que la gran mayoría de los encuestados (66,3%) considera que afecta a la estabilidad de España. De hecho, casi un tercio de los votantes del PSOE (30,8%) y de los votantes de Sumar (34,7%). Lo cierto es que los independentistas van a seguir apretando para obtener réditos de la dependencia del Gobierno y está por ver hasta dónde llegan las peticiones de un Carles Puigdemont envalentonado tras haber pisado España sin ser detenido.
Además de la aprobación de los Presupuestos para sobrevivir en Moncloa, Sánchez tiene otra carpeta espinosa pendiente en los próximos meses: el "caso Begoña Gómez". En este sentido, en torno al 30% de los electores del PSOE y de Sumar considera que el presidente del Gobierno debe dar explicaciones sobre el presunto caso de corrupción que rodea a su mujer.
De hecho, la gran mayoría de los encuestados tampoco comparte la reacción que ha tenido Sánchez para defenderse, que ha sido usar a la Abogacía del Estado para presentar una querella contra el juez Peinado, que es quien investiga a su mujer. En concreto, el 65,1% de los encuestados cree que esa maniobra de Sánchez es un ataque a la independencia judicial: es más, un 32,3% de los votantes del PSOE opina de esa manera.
Un gran volumen de encuestados (61,4%) también cree que la imagen exterior de España ha empeorado con la gestión del Gobierno de Sánchez, un Ejecutivo que ha encadenado crisis diplomáticas (Argentina, Israel...) y eso, a la larga, puede acabar saliendo caro si Donald Trump acaba ganando las elecciones en noviembre en Estados Unidos.
