El K2 500 de piragüismo y el fútbol se une a la jornada de "casi" del jueves. Superar las medallas de Barcelona 92 es ya casi imposible
El deporte muchas veces es cuestión de un suspiro, de apenas nada. La foto finish del jueves en el C2 500 de piragüismo terminó con el bronce para Diego Domínguez y Joan Antoni Moreno. La del viernes en el K2 500 llevó a Marcus Cooper y a Adrián del Río fuera del podio. "¿Cuartos?", preguntó el joven del dúo nada más cruzar la meta y escuchar la señal de que había que revisar los tiempos. "Creo que sí", contestó el abanderado español. Tenía esa sensación y el resultado en las pantallas lo confirmó por nueve milésimas, para sumar un nuevo "uy" en la mañana en Vaires-sur-Marne.
Quienes más opciones tenían por los precedentes eran Antía Jácome y María Corbera, las subcampeonas del mundo en el C2 500, pero también la suerte influyó, en este caso para mal: las dos son zurdas y reman por el mismo lado, algo poco habitual, y el viento que había entraba del lado que más las perjudicaba. Fueron sextas. La selección de fútbol perdió el partido por la medalla de bronce contra Alemania, lo que sumaba otro cuarto puesto acumulado en los dos últimos dos días. Tuvieron oportunidades de cambiar el destino, especialmente en el penalti que falló Alexia Putellas que hubiera forzado la prórroga, en la que era la última jugada.
El jueves, Jordi Xammar y Nora Brugman lo tenían todo de cara para acabar en el podio en la Medal Race de la clase 470 mixta de vela, pero fallaron el día decisivo y quedaron cuartos, cuando hace unos meses habían sido campeones del mundo y en 2022 y 2023 terminaron segundos en el Mundial. Después, el mismo día, la selección de hockey hierba también se quedó con la miel en los labios al caer contra India, lo mismo que Albert Torres en el ómnimum de ciclismo en pista. Por la noche fue Quique Llopis en el Stade de France, en los 110 vallas. Javier Pérez, en taekwondo también tuvo el bronce a tiro, pero en su caso, como se reparten dos puestos del tercer cajón del podio, se le considera quinto. A ello le siguió lo del piragüismo y el fútbol horas después, aunque ya al día siguiente.
En jornadas anteriores, Mar Molné en tiro también terminó cuarta en la modalidad de foso. En el judo Fran Garrigós rompió la racha de derrotas por la medalla de bronce (9 seguidas en Juegos Olímpicos) el 27 de julio, el día después de la ceremonia inaugural, pero fue una excepción. En las jornadas siguientes, Laura Martínez, Ai Tsunoda, Niko Shera y Tristani Mosakhlishvili tampoco pudieron llevarse uno de los dos metales de bronce que reparte este deporte cuando estaban a un triunfo de ello. Al mismo punto llegó Adrián Vicente en taekwondo.
El colmo de la desgracia fue la lesión de Carolina Marín cuando ya tenía la final en la mano.
España acumula posiciones de finalista (lleva 44 diplomas) en estos Juegos en los que superar las 22 medallas de Barcelona 92 ya es casi imposible. Es un síntoma de que, teniendo en cuenta que el factor suerte da y quita, se está a un nivel alto, pero falta un empujón. Si la aspiración es llegar al oro, es más fácil que, al menos, se acabe con el bronce. Si se está en el siguiente grupo, el bronce llega sólo si se tiene el mejor día.
