De acuerdo al Ministerio de Transportes, la Vía Expresa Santa Rosa, que conectará con el Aeropuerto Jorge Chávez, ayudará a reducir el tráfico vehicular. Sin embargo, especialistas comentan si esta premisa planteada por el MTC es válida o carece de sentido.
Desde hace unos meses, el Ministerio de Transportes (MTC) anunció la construcción de la Vía Expresa Santa Rosa, un proyecto vial que facilitará el acceso al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.
Este viaducto, que se espera que esté lista para el año 2028, se ubicará en la intersección de las avenidas Morales Duárez y Santa Rosa, en el Callao y tendrá una longitud aproximada de 4 kilómetros.
Una de las premisas que planteó el MTC sobre la Vía Expresa Santa Rosa es que mejorará significativamente el desplazamiento de miles de ciudadanos, ofreciendo una ruta más rápida y eficaz, lo que permitirá reducir la congestión vehicular en Lima y Callao.
El ingeniero de tránsito, David Fairlie, comentó para La República que si bien la Vía Expresa Santa Rosa ayudará a llegar más rápido al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, no ayudará a descongestionar las avenidas colindantes como la avenida Faucett o la avenida Santa Rosa.
"El problema de ese viaducto es que no hay una integración con el sistema de transporte público, que es usada por el 80% de la población limeña ni se ha hecho un estudio de impacto sobre el resto de las vías cercanas a la Vía Expresa Santa Rosa. Dicho de otro modo, esta obra no integra al resto de la red vial", sostuvo Fairlie.
Añadió que el MTC no ha demostrado que dicha obra sea absolutamente necesaria. "Tal vez bastaba con establecer una adecuada semaforización o ampliación de carriles, es decir, realizar un diseño a nivel".
Por su parte, el presidente de la ONG Luz Ámbar, Luis Quispe Candia, señaló que aquel viaducto solo ayudaría a mejorar el tráfico vehicular desde el Callao a Lima Oeste, como los distritos de Miraflores o San Isidro. La parte contraria es que habría interferencias en la avenida Colonial.
"De hecho, hasta ahora no hay una obra vial en Lima que haya ayudado a reducir con certeza el tráfico. Sin embargo, hay proyectos a futuro, como el teleférico, que cruzará 13 distritos, que servirá para aliviar aquella problemática que afecta a todos los limeños", comentó Quispe.
Cada vez que se realiza una obra vial, este tiene como objetivo primario mejorar la transitabilidad y descongestionar las avenidas por las que recorre dicha obra.
Sin embargo, para el ingeniero David Fairlie, el principal problema que tiene la capital es que las calles están tan mal diseñadas que ni siquiera cumplen las normas del mismo Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
"Muchos de los problemas que tenemos en Lima se podrían solucionar no con grandes obras de infraestructura, by pass o viaductos, sino con un rediseño de intersecciones y una semaforización adecuada y moderna".
Para Luis Quispe, de la ONG Luz Ámbar, desde hace 80 años, Lima ha crecido desordenadamente porque no existe una planificación urbanística.
"Necesitamos mejorar toda la infraestructura vial, esa es una de las causas de la congestión. Faltan implementar semáforos inteligentes, no hay suficiente señalización, no hay controles de velocidad, no hay un sistema integrado de transporte", cuestionó.
Recordó que hoy en día el nuevo concepto de movilidad es priorizar a los usuarios vulnerables, es decir, el peatón. "Luego siguen los ciclistas, el transporte público, el transporte de carga y en último lugar, el transporte privado", manifestó.
Hace algunas semanas, vecinos del Callao dieron sus argumentos por las que se muestran en contra de la ejecución de la Vía Expresa Santa Rosa. Uno de esos argumentos es que este viaducto eliminaría un ecosistema de 1.000 árboles.
Para el ingeniero Fairlie, en muchas obras viales sí es necesario talar árboles. Eso se justifica solo si la obra realmente está diseñada de tal manera que se garantice la reducción o disminución de la contaminación, así como la eficiencia del movimiento vehicular.
"Sin embargo, si se está haciendo una obra en la cual no se está descongestionando nada y no se logra que los gases contaminantes disminuyan, no tiene sentido que se talen árboles", indicó.
Otra de las razones por la que los vecinos del Callao se muestran en contra de la Vía Expresa Santa Rosa es porque se generaría una devaluación de los predios en las avenidas por las que atravesará dicho proyecto, como la avenida Colonial o la avenida Argentina.
Tanto David Fairlie como Luis Quispe dieron como válido ese argumento. Fairlie dijo que, con dicho viaducto, el beneficio a la población en general sería mayor que el perjuicio que le estarían causando a las personas que viven en avenidas adyacentes a la obra. "Tal vez se les puede relocalizar o dar algún tipo de indemnización", propuso el ingeniero.
Para Quispe Candia, los edificios y casas de las avenidas por los que va a pasar la Vía Expresa Santa Rosa van a tener que enfrentarse al viaducto, por lo que esas propiedades podrían devaluarse. "Esto no es el caso de aquellos que, por ejemplo, viven frente a un parque o una alameda".
De acuerdo al MTC, el diseño de la Vía Expresa Santa Rosa contempla la instalación de un nuevo sistema de iluminación y de seguridad ciudadana, el rediseño de áreas verdes, construcción de ciclovías y cruces peatonales seguros.
Será un viaducto elevado que conectará la Costa Verde con el aeropuerto del Callao. Su trayecto incluye las avenidas Óscar R. Benavides, Pérez Salmón, Argentina y Santa Rosa.
Además, la Vía Expresa Santa Rosa incrementará la capacidad de atención del Aeropuerto Jorge Chávez a 35 millones de pasajeros al año. Para su ejecución, se realizará una inversión que asciende a 820 millones de soles.
También se colocarán más de 700 luminarias led a lo largo de la vía y se instalarán tres casetas de seguridad en La Perla, Bellavista y Callao a fin de generar un espacio urbano seguro.
