En la temporada estival realizar rutas por carretera en motocicleta es de lo más placentero. En esta ocasión hemos realizado una ruta ida y vuelta desde la Coruña hasta la bonita ciudad de Aveiro en Portugal, capital del bacalao. Para realizar este recorrido hemos recurrido a una Yamaha Tracer 9 GT+, dedida por el consecionario de la marca Manell Motor, y en esta ocasión decidimos ir de mochileros con una simple bolsa de viaje, naturalmente que impermeable por si acaso nos caía el líquido elemento del cielo, suministrada por la firma Kappa, para no llevar maletas accesorias. Gracias a este cambio en el vehículo dispusimos de una superior aerodinámica y menor peso a transportar con lo cual la seguridad aumentó considerablemente. Es un viaje que se puede realizar en apenas tres días, como hicimos. Para ir hacía Aveiro lo más práctico y cómodo es utilizar la autopista de peaje pasando por Santiago de Compostela, Vigo, Viana de Castelo, ya en Portugal, Oporto y Aveiro. Sin embargo a la vuelta decidimos hacer algo más de ruta y más agradable a la vista. Desde Aveiro tomamos la A24 portuguesa recorriendo Viseu, Vila Real, Chaves hasta llegar a Verín ya en España para luego continuar hacía Orense, Santiago de Compostela y la Coruña, destino final. En total unos 900 kilómetros en los que la Yamaha Tracer 9 GT+ se comportó como esperábamos. No cabe la menor duda que tanto las suspensiones semiactivas como los frenos, las ayudas a la conducción y el resultón propulsor de casi 120 caballos de potencia colaboraron perfectamente para poder circular numerosos kilómetros sin apenas cansancio. Eso si, en nuestra unidad, un pequeño problema con el nivel del combustible hacía que dudáramos en más de una ocasión si íbamos a llegar a las gasolineras. Al final con una media de algo más de cinco litros consumidos cada 100 kilómetros nos permitió realizar una ruta realmente atractiva y muy placentera en todo momento. La ruta, sobre todo la de la vuelta es realmente recomendable por su belleza y la gran cantidad de zonas viradas que tiene a lo largo de todos los kilómetros por la carretera portuguesa y, encima, el tiempo nos acompañó en casi todo momento.
