Lanza sobre varias regiones rusas un "ataque masivo" de drones, la mayoría de ellos interceptados por las defensas rusas
La sorprendente e inesperada incursión terrestre en la región de Kursk ha proporcionado a las tropas ucranianas una iniciativa que al que el alto mando militar no está dispuesto a renunciar. Mientras el ejército ruso intenta retomar el control ante una situación que le ha pillado desprevenido, Kiev parece dispuesto a completar con otro tipo de acciones, en este caso por el aire, la ofensiva que lleva a cabo por tierra y de esta manera diversificar los frentes a los que debe prestar atención Moscú.
A la espera de que el Kremlin reaccione a la ofensiva terrestre, esta pasada noche Ucrania ha bombardeado un aeródromo ruso en la región rusa de Lipetsk, a casi 500 kilómetros de distancia de la fronteriza ciudad ucraniana de Jsrkiv. En la acción, según datos provisionales, han resultado heridas nueve personas, de acuerdo con la información facilitada por las autoridades rusas.
Según Moscú, se ha tratado de un "ataque masivo de drones" que Moscú ha atajado en gran medida, al derribar 75 aparatos enemigos, pero que ha obligado a evacuar cuatro municipios y que ha incendiado el aeródromo.
"Durante la pasada noche, en un intento del régimen de Kiev de llevar a cabo un ataque terrorista con vehículos aéreos no tripulados contra objetivos en el territorio de la Federación rusa, los sistemas de alerta de defensa aérea han interceptado y destruido 75 vehículos aéreos no tripulados", señala un comunicado del Ministerio de Defensa ruso en su canal de Telegram.
En concreto, 26 drones iban dirigidos a la ya castigada ciuddad de Bélgorod, 19 sobre Lipetsk, siete sobre Kursk, cinco sobre Briansk, cuatro sobre Voronezh, uno sobre Oriol, cinco sobre Crimea y ocho sobre el mar Negro. Además, han destruido siete embarcaciones no tripuladas dirigidas hacia Crimea.
El gobernador de la región rusa de Lipetsk, Igor Artamonov, ha ordenado la evacuación de cuatro municipios (Koptsevi Jutor, Fedorovka, Yakovlevka y Tinkovka) para garantizar la seguridad de los residentes y "eliminar las consecuencias de la detonación de objetos explosivos". Por ello, ha informado de que se han preparado una decena de centros de alojamiento temporal. Asimismo, ha señalado que las defensas aéreas están funcionando y ha pedido a la población que permanezca en un lugar seguro.
"Se produjo la detonación de objetos explosivos lejos de edificios civiles. Todos los servicios de emergencia se encuentran en el lugar", escribió en su canal de Telegram Artamónov, que añadió que la región sufrió anoche un ataque masivo de drones que dejó al menos seis personas heridas.
El gobernador pidió a los ciudadanos abstenerse de publicar fotos y vídeos de los daños causado por los drones, "ya que ayudan al enemigo a corregir la dirección y la precisión de sus ataques", según Efe.
"En las redes sociales y en la mensajería instantánea hay llamamientos a abandonar Lípetsk. Estos mensajes son enviados por el enemigo para sembrar el pánico", advirtió.
La región de Lipetsk colinda al sur con la de Kursk, donde el martes pasado irrumpieron tropas ucranianas, que hasta hoy, cuando se cumple el cuarto día cuarto día de combates, no han podido ser expulsadas del territorio ruso.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó a su vez de que los sistemas de defensa antiaérea derribaron anoche un total de 75 drones ucranianos sobre siete regiones del país, incluidos 19 en la región de Lípetsk.
