«Tuve la suerte de ver el gol de Kiko», recuerda Santi Denia, el seleccionador español, antes de enfrentarse a Francia en la final del torneo olímpico de fútbol. Kiko es uno de esos futbolistas que, aunque marcara muchos goles en su carrera, tiene uno que es «el gol», el que marcó en el descuento contra Polonia en la final de los Juegos de Barcelona’92.
Santi era un joven futbolista que no imaginaba entonces que pocos años después iba a ser compañero de Kiko en el Atlético de Madrid, que ganarían juntos un doblete con los rojiblancos en el 96 y que esa misma temporada él la iba a terminar siendo el capitán de la selección española en los Juegos de Atlanta.
«Es un reto más», dice Santi de la conquista de la medalla de oro. «Tenemos un rival enfrente muy bueno. Quiero felicitar a Henry por el trabajo que ha hecho. Francia es una selección muy potente con muy buenos jugadores, los números están ahí, es un equipo valiente que está en la final. Es un gran equipo», añade.
Santi tenía 18 años cuando España ganó el oro y pocos días después debutó en Primera con el Albacete. Sin embargo, ninguno de sus futbolistas, entre los que espera encontrar al nuevo Kiko, había nacido.
El partido sí es la despedida para una generación, la que encabezan el capitán, Abel Ruiz, Sergio Gómez y Juan Miranda. Ellos son los tres mayores de 23 años que ha elegido el seleccionador, siguiendo la costumbre de no alterar la naturaleza del grupo.
Formaban parte del equipo que el verano pasado fue subcampeón de Europa sub’21 y Santi, igual que Luis de la Fuente hace tres años, se preocupaba por mantener el ambiente del grupo. Por eso no recurre a futbolistas más veteranos como ha hecho Francia con Lacazette, que ya tiene 33 años.
«Es ilusionante poder estar aquí hoy. Queremos que llegue la hora de partido porque tenemos muchas ganas. Llegamos a París con esa ilusión y volvemos. Tenemos ganas de que sea mañana y jugar el partido. Francia es un rival difícil, más aun en su casa, pero queremos el oro y trabajaremos para ello», advierte Abel Ruiz, que ha sido el capitán de esta generación desde que disputó la final del Europeo sub’17 y del Mundial de la categoría con la Inglaterra que encabezaba Phil Foden.
La situación de Abel Ruiz es parecida a la de Morata en la selección absoluta. Es el «9» del equipo, pero no el goleador. Ese lugar, por el momento, se lo deja a Fermín, que es el líder del equipo en el campo. Sin embargo, Abel es tan imprescindible para Santi como el centrocampista del Barcelona, que ha marcado tres goles en los últimos dos partidos.
«Siempre pienso en el equipo. Tengo la suerte de ser capitán, estoy orgulloso de formar grupos buenos. La clave es crear una buena piña, y por eso estamos en la final. Y ser un grupo y estar todos en lo mismo», dice Abel. «Nos da mucho gol, pero sobre todo juego. Además de ser el capitán, que nos ayuda hacer equipo», le defiende el seleccionador.
Miranda es uno de los veteranos en la rareza que es la selección olímpica. No es habitual, con la limitación a la categoría sub’23, que un futbolista dispute dos torneos olímpicos y mucho menos que gane dos medallas. Miranda, igual que Eric García, consiguió la plata hace tres años en Tokio. El seleccionador entonces, Luis de la Fuente, visitó al equipo en la concentración de Las Rozas después de ganar la Eurocopa con la selección absoluta y les dejó un vaticinio para animarles. «Vais a ganar el oro», les dijo.
Santi espera que se cumpla la profecía de De la Fuente y encontrar a un nuevo Kiko para no tener que recordar cuatro años más el gol del gaditano a Polonia en el Camp Nou.