Río de Janeiro. El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva decidió expulsar a la embajadora de Nicaragua en Brasilia, Fulvia Patricia Castro. Esta medida responde a la decisión del gobierno de Daniel Ortega de expulsar al representante brasileño en Managua, según informó una fuente diplomática a esta agencia.
Las relaciones entre ambos gobiernos se enfriaron en los últimos meses. Sin embargo, la ausencia del embajador brasileño Breno de Souza en un acto oficial reciente generó descontento en el gobierno nicaragüense. No obstante, “él no fue el único representante diplomático que faltó”, indicó la fuente.
El acto en cuestión tuvo lugar el 19 de julio, en conmemoración del aniversario de la revolución sandinista, de acuerdo con medios opositores nicaragüenses en el exilio.
Managua respondió solicitando la salida del diplomático. “Brasil respondió diciendo que ese no era un camino productivo, un camino que conduciría a resultados positivos”, de acuerdo con la misma fuente.
A pesar de ello, Nicaragua insistió en la expulsión y Brasilia actuó de acuerdo con el principio de reciprocidad.
Hasta el momento, las autoridades nicaragüenses no se pronunciaron sobre el asunto.
La relación entre Brasilia y Managua ya se llevaba un tiempo fría. Esto ocurrió después de que Ortega ignorara los intentos de Lula para mediar en la liberación de un obispo encarcelado, a solicitud del papa Francisco.
“Daniel Ortega no atendió el teléfono y no quiso hablar conmigo. Entonces nunca más hablé con él”, afirmó Lula el pasado 22 de julio en una conferencia de prensa con agencias internacionales.
