A la espera de que el Juzgado Mercantil decida si acepta la oferta de compra de la unidad productiva de la cadena de zapaterías Marypaz, la empresa ha presentado un expediente de regulación de empleo (ERE) dentro del concurso de acreedores, que afectaría a 54 tiendas (incluida la online) y a 276 trabajadores. El periodo de consultas del ERE concursal se inició el pasado 2 de agosto y, hasta el momento, la empresa ha hecho entrega de la documentación preceptiva, según han confirmado la propia empresa y CC.OO. La causa que motiva el ERE y el cierre de las tiendas es «el deterioro en la demanda de sus productos y el aumento de pérdidas económicas». CC.OO. ha manifestado preocupación por la situación de la plantilla, «teniendo en cuenta que se han dado tres concursos de acreedores y tres ERE desde 2020, por lo que asegura que mantendrá la atención a todos los pormenores para garantizar el respeto a todos los derechos de los trabajadores. Actualmente, Marypaz tiene 54 tiendas físicas y una plantilla de 276 empleados en toda España. Antes del verano, Crocea Mors, la empresa propietaria de Marypaz, solicitó el concurso de acreedores al no alcanzar un acuerdo con un inversor portugués que se había interesado por la compañía y ahora acaba de enfilar el proceso de liquidación al no haber podido refinanciar su deuda con los acreedores, a los que debe 21 millones de euros, principalmente proveedores, bancos, la Seguridad Social y la propia matriz (Iniciativas Avand 12), según fuentes consultadas por ABC. Crocea Mors, empresa participada mayoritariamente por Fernando Torrente, entra en liquidación con una oferta de compra de parte de la unidad productiva, habiendo expirado ya el plazo para mejorar la oferta. Aunque no ha trascendido la identidad del ofertante, se sabe que es un antiguo proveedor de Marypaz. El ofertante se compromete a quedarse con unas 20 tiendas y subrogarse el centenar de empleados que trabajan en ellas. Asimismo, asume el pasivo laboral de esos empleados. La marca Marypaz quedaría en manos del comprador de la unidad productiva, de modo que la veintena de tiendas que se mantenga abiertas continuaría su actividad bajo la misma denominación comercial.