En los últimos meses, la vida de Elena Tablada daba un giro radical. A su victoria en los tribunales frente a su exmarido Javier Ungría por la custodia de su hija, la diseñadora de joyas daba un paso importante en su carrera y sorprendía a todos lanzándose a querer representar a Cuba en el próximo certamen de Miss Universo , una decisión que estaba relacionada con su objetivo de crecimiento personal. De mil candidatas solo 95 fueron preseleccionadas y entre ellas se encontraba Tablada. Aunque su figura, según ella, distaba mucho de los cánones de belleza, sí cumplía los requisitos y la aventura para ser Miss marchaba viento en popa. Pero no ha podido ser. La organización de Miss Universo Cuba desvelado la identidad de las 24 candidatas finales que competirán por el título en el certamen internacional y el nombre de la diseñadora no aparece por ningún sitio. A Nueva York a viajado ahora con su amiga Raquel Perera para despedirse de su sueño truncado y desde la ciudad ha contado a la revista 'Semana' como se encuentra tras saber la mala noticia. Ante todos los rumores surgidos sobre su decepción, el medio también ha revelado los motivos que se esconden detrás del final de Tablada en la aventura de ser reina cubana de la belleza. Para aclarar las incógnitas, 'Semana' se ha puesto en contacto con la organización del certamen y ha revelado el motivo lleno de responsabilidad que ha dejado a la ex de David Bisbal a las puertas de la final. Aunque Elena Tablada tenía toda la ilusión del mundo de seguir en el concurso, la «incompatibilidad de agenda» se lo ha impedido. Fuentes cercanas han asegurado que la cubana española estuvo dispuesta a continuar hasta el último momento, cuando decidió ser honesta y adelantar su situación personal a los organizadores. Al parecer, en las fases finales la organización pedía a las candidatas seleccionadas residir durante más de un mes en una casa establecida en Miami para poder realizar una formación necesaria de cara a estar preparadas para darlo todo en la final del próximo 15 de septiembre. Esta obligación se haría insostenible para Elena y quiso priorizar su deber como madre para estar con sus hijas , deteniendo su participación. «Septiembre coincidía con el mes en el que sus hijas empiezan la etapa escolar y eso lo hacía imposible», han explicado. Los organizadores, lejos de ponerse en contra de la diseñadora, han entendido perfectamente su decisión, por la que seguro han agradecido su completa entrega en las semanas pasadas. De vacaciones en Nueva York, donde se ha mostrado contenta en un yate, Elena Tablada ha sido la primera en quitarle importancia al asunto en el que tanto empeño había puesto. «Soy la Miss Universo de mi vida, como debería ser cada mujer», se ha expresado orgullosa y satisfecha por todo el camino que ha recorrido. El motivo por el que ha renunciado no estaba en su mano y ahora solo tiene un único objetivo que ha podido confesar, estar cerca de sus hijas y pasar con ellas todo el tiempo que pueda. Queda abierto para el futuro la posibilidad de que la diseñadora vuelva a enfrentarse al reto de Miss Universo.
