El Real Racing Club realizó su tradicional ofrenda floral a la Virgen Bien Aparecida, a la que se encomendó -de nuevo- la temporada 2024/25 y agradeció la última gran campaña, en la que los verdiblancos finalizaron séptimos clasificados en LaLiga Hypermotion y se vivieron media docena de llenos en Los Campos de Sport. Además de los resultados positivos, el juego vistoso hizo que la afición se enganchara a su equipo y la comunión entre el césped y la grada fuera sobresaliente. Los racinguistas se desplazaron al Santuario de la Patrona de Cantabria, ubicado en la localidad de Marrón, después del entrenamiento matinal llevado a cabo en las Instalaciones Nando Yosu.
La delegación racinguista -formada por directivos, jugadores, técnicos y empleados- estuvo encabezada por el presidente, Manolo Higuera, y fue recibida por el ministro del Santuario, Vicente Basterra y el párroco de Liérganes y gran aficionado verdiblanco (abonado de Tribuna Este desde hace décadas) Hilario Obregón. Tras la fotografía de familia, la embajada accedió al Santuario para escuchar unas sentidas palabras de Obregón, que agradeció al club su presencia en Marrón y dijo que para este nuevo curso hay que tener “ilusión y ambición”. Higuera, José Alberto e Íñigo (capitán) fueron los encargados de llevar el centro floral a los pies del altar.
Como es tradición, los jugadores, técnicos y directivos accedieron al camerino de la Patrona de Cantabria para mostrarle su respeto antes de abandonar el Santuario de Marrón para dirigirse al hotel Adelma de Hoznayo donde disfrutaron de un almuerzo de confraternización.
