Saúl Craviotto y su relación con los Juegos Olímpicos sigue siendo una historia de amor eterna. En cinco ediciones ha participado, algo que “ya es un premio”, como explica su entrenador, Miguel García, y siempre ha logrado subirse al podio. Como en Río lo logró por partida doble, llega a las seis medallas, más que ningún otro deportista en España. Ha roto el empate que tenía con David Cal. Esta vez, como en Tokio, repitió en el K4, junto con Carlos Arévalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade. Saúl, que probó de niño con el fútbol, el karate, la natación, el taekwondo... Acabó eligiendo el piragüismo. “En el resto soy un paquete. Soy muy poco hábil”, reconoce. Parece que eligió bien.
Fue una carrera taquicárdica. Tuvieron que pasar dos veces por la tensión previa al comienzo, ya que hubo una salida nula que obliga a volver a empezar, retroceder, volver a la casilla de salida sin perder la concentración, con el que corazón ya a mil, más por la tensión. España lideró la prueba a mitad de carrera, pero fue perdiendo gas ante el empuje de alemanes, que acabaron con el oro, y australianos, que se quedaron con la plata.
“Los primeros fueron mágicos: primera experiencia, medalla de oro... Imagínate, una explosión de felicidad”, recuerda Saúl Craviotto. Habla de Pekín 2008 y de su oro junto con Perucho. “En los siguientes conseguí una plata después de una lesión, fue duro y además le pedí matrimonio a mi mujer, fue en eso Juegos y fue bonito”, continúa, comentando ahora su plata en Londres 2012. “En Río la ubicación fue chulísimo, en Copacabana, además fueron dos medallas, conseguí doblar mi palmarés olímpico, fue el año en el que estuve a punto de retirarme, me clasifiqué a última hora, fue bastante complicado, pero al final salimos del pozo”, prosigue el palista español, que añadió el oro junto con Cristian Toro y el bronce en solitario. “Y Tokio fue duro por el tema de la pandemia, fui el abanderado... Y también logramos la plata”, narra Saúl lo sucedido hace tres años, recordando su medalla con el K4 en la capital de Japón. “Pero los mejores están por llegar”, insistía hace unos días. Y tanto. Los quintos Juegos en París han sido los que le han convertido en el deportista español con más medallas en el evento deportivo más importante del mundo. Si Zeus era el dios de dioses en el Olimpo en la mitología griega, Craviotto es el dios de dioses del olimpismo español con sus seis metales.
Es, además, la medalla que pone al piragüismo como el deporte que más podios olímpicos ha dado a España, 23, superando los 22 de la vela.