Carles Puigdemont ha reaparecido este jueves en Barcelona a las puertas del Parlament tras permanecer casi siete años huido de la Justicia. Lo ha hecho arropado por la plana mayor de Junts y por cientos de seguidores de la formación separatista momentos antes de la investidura del socialista Salvador Illa como nuevo president de la Generalitat.
Puigdemont ha cruzado la frontera sin ser detenido. Ayer mismo, anunció en redes sociales que emprendía viaje de regreso a España después "del exilio", desafiando al Estado a que lo detuviera antes de llegar a la sede del Parlament. Feliz por haber burlado el dispositivo policial y haber entrado en Cataluña y llegado hasta el acto montado por Junts, pero visiblemente nervioso, con la voz trémula por lo que le puede suceder, Puigdemont ha leído un breve discurso sobre el escenario junto al Arco del Triunfo cargando contra los jueces del Tribunal Supremo, a los que ha presentado como marionetas del PP y Vox.
"¡Hoy he venido a recordarles que todavía estamos aquí porque no tenemos derecho a renunciar", ha proclamado el líder de Junts entre gritos de "president, president", en un intento de emular el regreso de Josep Tarradellas a Cataluña en 1973 y su icónico "ja sóc aquí".
En su discurso, Puigdemont ha ahondado en el discurso victimista del nacionalismo catalán y ha asegurado que "la represión" del Estado español se ha cebado con Cataluña y sus instituciones, hasta el punto de que "ser catalán es una cosa sospechosa". En este sentido, se ha presentado como el presidente legítimo del 1-O y ha afirmado que el referéndum ilegal fue un éxito en contra de la "represión". "Más de dos millones de personas votaron y de aquella victoria surgió una represión feroz, que ha ido interfiriendo en nuestras vidas y nuestras instituciones", ha lamentado.
"No sé cuanto tiempo pasará hasta que volvamos a vernos, amigos y amigas", ha dicho antes de despedirse, y gritar "Viva Catalunya lliure", para enfilar el camino de casi un kilómetro hacia el Parlament, arropado por un pasillo humano.
Sin embargo, Puigdemont ha desaparecido mientras la comitiva de Junts, encabezada por el presidente del Parlament, Josep Rull, se dirigía hacia la Cámara catalana, donde en la entrada se ha podido ver a personas de la confianza del expresident, como su abogado, Gonzalo Boye, y su amigo Jami Matamala.