Primero fue una cabra, después unos elefantes y ahora unos monos. En apenas tres días, el misterioso artista callejero Banksy ha revelado tres nuevas obras en Londres, una prolijidad poco habitual en él que ha despertado numerosas especulaciones. El grafitero no ha ofrecido ninguna explicación. Simplemente ha reivindicado como de costumbre sus obras en su cuenta de Instagram, aunque normalmente suelen pasar meses entre una y otra. El lunes apareció una cabra colgada de un conducto en una pared en Richmond, en el oeste de Londres, justo debajo de una cámara de videovigilancia. El martes fueron dos elefantes que asoman sus cabezas por dos ventanas tapiadas en una fachada en el barrio de Chelsea. Y el miércoles reveló tres monos que se balancean desde un puente ferroviario en Shoreditch, una de las zonas de moda en el este de capital. ¿Está enviando un mensaje el enigmático artista? ¿Es una crítica a los disturbios de extrema derecha que sacuden el Reino Unido? ¿Una forma de apoyo a los palestinos? ¿Una referencia al cambio climático o a los Juegos Olímpicos? «Banksy intenta hacernos reflexionar sobre la crisis ecológica», dice a la AFP Fawaz Gerges, un profesor universitario que ha ido a ver la última obra. Para él, es una muestra más de la importancia de la naturaleza en su obra, como el árbol que pintó hace unos meses en el norte de la capital británica. El cotizado artista, cuya identidad sigue siendo desconocida, se ha posicionado en múltiples ocasiones en favor de causas políticas como los derechos de los refugiados o el medio ambiente. Entre los espectadores de sus últimas obras, algunos vieron una referencia a la guerra de Gaza porque la cabra les recordaba a una gacela típica de Oriente Medio y a veces llamada «gacela de Palestina» en inglés. Otros también evocaron un vínculo con los Juegos Olímpicos actualmente en marcha en París. Contento frente al grafiti de la cabra, el artista Daniel Lloyd-Morgan, de 60 años, confía en que Banksy continúe su serie. «Preveo que mañana pintará cuatro animales en algún lugar de Londres», afirma.