Por segundo trimestre consecutivo, la población residente en Castilla y León volvió a descender . 652 personas se sumaron a la resta entre abril y junio, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Unidos a los que ya salieron entre enero y marzo, 1.145 menos en un año a la baja, después de haber logrado encadenar previamente siete trimestres consecutivos arañando habitantes -desde que junio de 2022 se invirtió también una tendencia descendente-. Aún así, esa ligera mengua del 0,03 por ciento de la última cifra oficial deja todavía la población de la Comunidad en guarismos superiores a los que tenía justo un año antes: 3.775 más (0,15 por ciento). En total, 2.390.321 frente a los 2.391.466 de entonces. La pérdida de nacionales es la que lastra las cifras, pues la población extranjera sigue subiendo. Aún así, los más de 1.100 foráneos en los que creció este grupo en el segundo trimestre no fueron suficientes para compensar la continua mengua entre los españoles. Casi 2.600 menos de abril a junio y cerca de 10.000 por debajo de la cifra de un año atrás . Mientras, los de fuera han crecido en este tiempo en unos 13.600, claves para ese incremento. Eso sí, la cifra de asentados aquí pero nacidos más allá de las fronteras nacionales es superior, pues hay que tener en cuenta las nacionalizaciones. Así, los alumbrados en otro país se elevan hasta los 263.920 en la última estadística, con lo que suponen ya once de cada cien, por encima de los 260.656 anotados en el estudio de un año antes (eran el 10,8 por ciento) y también del trimestre precedente. Castilla y León fue una de las tres únicas autonomías en las que la población menguó, junto con Andalucía y Extremadura . Lo hizo en un contexto nacional en el que dominaron las crecidas y, de media, en España aumentó en un 0,14 por ciento, con 67.367 personas más en el cómputo, hasta las 48.797.875. En el repaso por provincias, diferente evolución . Mientras en cuatro subió, bajó en otras tantas, y en Soria se mantuvo estable con una diferencia de uno. Así, a frenar la caída respecto al trimestre anterior contribuyeron la alzas registradas en Burgos, Salamanca, Segovia y Valladolid, con leves aumentos, en todos los casos inferiores al uno por ciento y que en cifras absolutas sitúan a Burgos como la que más ganó (277 más, hasta los 359.955), seguida por los 175 de Valladolid, que alcanza así los 525.897 residentes. Mientras que Ávila, León, Zamora y Palencia tiraron hacia abajo, también con descensos inferiores al uno por ciento, pero que restaron más de 600 personas en cada una de las tres primeras provincias. León es la única en la que han ido cayendo los residentes incluso en los tiempos en los que la Comunidad ganaba . También en el oeste, aunque con leves fluctuaciones, Zamora sí logró ganar en algún momento de 'bonanza' demográfica general, aunque tras tres trimestres de caída (uno más que la media autonómica) ya tiene menos habitantes que un año atrás, quedándose en 165.787 por los 166.614 que contabilizaba el INE en junio de 2023 (827 menos). Además de Zamora y León (1.551 menos que doce meses antes, hasta los 446.326), hay otra provincia en esa resta interanual: Ávila. Ha perdido 222 este iempo, bajando de la barrera de los 160.000 (159.803). Por contra, Segovia fue la que más ganó proporcionalmente, con un 0,70 por ciento de habitantes más, hasta los 157.299, que en cifras absolutas suponen 1.098 más. Eso sí, en volumen absoluto, la más poblada, Valladolid, es la que más sumó: 2.728. También crecieron en este periodo Burgos (1.814 más), Salamanca (377), Palencia (168) y Soria (190). Por sexos, siguen siendo más ellas que ellos . La mayor longevidad femenina se nota en los habitantes de Castilla y León, donde frente a los 1.174.646 hombres hay 1.215.675 Mujeres. El mayor peso femenino se mantiene tanto entre los nacionales como en los extranjeros , en los que también hay unas 2.000 hembras que varones.
