El presidente de Taiwán, William Lai (Lai Ching-te), subrayó este jueves su intención de construir una “fuerza militar de acero” para contener la amenaza de China y garantizar “la supervivencia y el desarrollo” de la isla. “Siempre defenderemos nuestro sistema constitucional de libertad y democracia, insistiendo en que la República de China (nombre oficial de Taiwán) y la República Popular China no están subordinadas entre sí, que nuestra soberanía no puede ser violada ni anexada y que el futuro de Taiwán debe ser decidido por los 23,5 millones de taiwaneses”, manifestó el mandatario frente a un grupo de generales recién ascendidos.
Lai, considerado como un “independentista” y un “alborotador” por las autoridades de Pekín, aseguró que el Gobierno taiwanés está promoviendo la “reforma” de su Defensa, restaurando el servicio militar obligatorio de un año -antes era de cuatro meses- y fortaleciendo el equipamiento militar “a través de la autodefensa y la compra de armamento”.
La razón principal es que, durante los últimos años, China “ha intensificado su coerción militar y política” sobre Taiwán, realizando maniobras militares “a gran escala” en los alrededores de la isla “sin previo aviso”, lo que “genera inestabilidad en la región”.
“Como miembro responsable de la comunidad internacional, Taiwán mantendrá una actitud firme y equilibrada, preservando el statu quo y esforzándose por mantener la paz y la estabilidad regionales”, aseveró Lai, agregando que las Fuerzas Armadas taiwanesas “deben avanzar con los tiempos para construir una fuerza de combate sólida”.
“En la era de la inteligencia artificial, los sistemas no tripulados, la inteligencia descentralizada y las cadenas de ataque conjuntas de múltiples fuerzas son áreas que debemos fortalecer y desafíos que debemos superar. Esto es evidente en los conflictos entre Rusia y Ucrania y entre Israel y Palestina”, apuntó el líder isleño.
Esta misma semana, Lai anunció la intención del Gobierno de aumentar el presupuesto de Defensa hasta un “máximo histórico” de 647.000 millones de dólares taiwaneses (unos 19.878 millones de dólares) en 2025, lo que constituye un salto interanual del 6 %.
Según la Oficina Presidencial de Taiwán, la propuesta, en caso de ser aprobada por el Parlamento, supondrá alrededor del 20 % del gasto total del Ejecutivo para el próximo año, que se estima en 3,13 billones de dólares taiwaneses (96.244 millones de dólares).
Tras la toma de posesión de Lai el pasado 20 de mayo, China ha estrechado aún más su cerco militar en torno a Taiwán, un territorio gobernado de forma autónoma desde 1949 y considerado por las autoridades de Pekín como una “provincia rebelde”.
En los últimos dos meses y medio, Taiwán ha detectado más de 1.400 aeronaves del Ejército chino operando en los alrededores de la isla, y un total de 1.024 de ellas cruzaron la línea divisoria del Estrecho de Taiwán o penetraron en la autoproclamada Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) taiwanesa.
Las propuestas de diálogo de Lai se han topado con la oposición frontal del Gobierno chino, que insiste en que la “reunificación” entre el continente y la isla es una “tendencia histórica imparable”.