La investidura de Salvador Illa, prevista para este jueves, pende de un hilo ante el regreso anunciado del expresidente catalán Carles Puigdemont. Y es que el dirigente de JxCat se lo juega todo a una carta. Más allá de que el pleno se retrase ante una más que previsible detención del líder independentista, la puesta en escena es esencial.
Ayer, Puigdemont dijo alto y claro: "Tengo que estar y quiero estar". Su objetivo no es otro que darse un baño de masas antes de entrar en el Parlament, dejando a un lado su más que probable detención. ERC ya dejó claro que por mucho que el pleno de investidura se retrase, su voto y su pacto con el PSC no cambiará, por lo que Illa, más pronto que tarde, será investido president.
Eso sí, si Puigdemont plantea un "habeas corpus" contra su arresto, el magistrado encargado de resolverlo tiene por ley hasta 24 horas para decidir si deja sin efecto la detención.
Y con todo en el aire y la incertidumbre por protagonista, comienza la jornada de hoy en Cataluña.