La sesión marcada por la expectativa de cómo iba a dirimirse la visita de los seis diputados
libertarios a los represores y el terremoto político de Alberto Fernández se cayó. El bloque federal rehusó bajar al recinto. Pichetto se cobró los destratos de las últimas semanas. Menem se quedó con las ganas de sacar el comunicado pro democracia y frenar la embestida contra sus diputados.