Hace un año se decía que el melón y la sandía eran "artículos de lujo". Los precios de estas dos frutas de temporada tan apetecibles en verano llegaron a superar los 2 euros el kilo. "Hoy, se pueden encontrar ofertas en supermercados de 60 céntimos el kilo", asegura Andrés Góngora, agricultor almeriense y secretario general de COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos).
"Son precios excesivamente bajos a costa del agricultor", lamenta. "A nosotros nos compran la sandía y el melón a 20 céntimos, con eso no se cubren los costes de producción". Según denuncia COAG, estas frutas se venden en los supermercados por más del doble de lo que recibe el productor.
Según su Índice de Precios en Origen y Destino con datos de junio, el melón duplica su precio y la sandía lo cuadriplica cuando llegan al supermercado. El melón pasa de costar 0,58 euros el kilo –precio de origen– a 1,63 euros (lo que supone un aumento del 181%) y la sandía de 0,33 euros el kilo a 1,46 euros (un 342% más).
Los agricultores denuncian "presión" por parte de los supermercados para que les vendan la fruta barata, y luego ofrecérsela a los consumidores a un precio desproporcionado. "Algo que no ven reflejado los clientes".
Entre las reivindicaciones de las principales asociaciones, ASAJA, COAG y UPA, durante las protestas agrarias que han tenido lugar este año está la modificación y ampliación de la Ley de la Cadena Agroalimentaria para prohibir prácticas “desleales” y garantizar que los precios de los agricultores cubran los costes de producción.
Los supermercados se defienden y aseguran que solo le sacan entre un 1% y un 3% de beneficio a esos productos frescos. Fuentes de la distribución consultadas por ECD subrayan: "Los precios de venta al consumidor son el reflejo de los precios en origen (añadiendo, lógicamente, costes de transporte, manipulación, empleo en tienda, etc.)".
"La distribución alimentaria siempre busca la máxima eficiencia en la formación de precios: subirlos lo menos y lo más tarde posible; bajarlos en cuanto las condiciones del mercado lo permiten para no perder volumen de consumo", añaden.
El verano pasado los precios de la sandía y el melón se dispararon por la falta de oferta. Las tormentas y lluvias torrenciales que afectaron a zonas productoras como al Valle del Guadalquivir y el entorno de Lorca (Murcia) dañaron los cultivos, lo que se suma a la situación de sequía que sufre España.
Los productores cifraron en más de un 20% el descenso en la producción de sandía y melón de la pasada campaña. Muchos españoles se quejaron de que no encontraban estas frutas en las estanterías de los supermercados.
Ante esta situación, Mercadona aclaró que debido a la climatología adversa sufrida en las zonas productoras no disponían de la cantidad y condiciones adecuadas para ofrecer el producto con normalidad.
El desabastecimiento se tradujo en una subida significativa de los precios. Los melones y las sandías se llegaron a vender a más de 2 euros el kilo, según recuerda Andrés Góngora.
Este año, la campaña se ha desarrollado con relativa normalidad pese a la sequía. "Ha habido posibilidad de riego gracias a las lluvias de la Semana Santa, que generaron capacidad de almacenamiento de agua", explica el responsable de COAG.
