Este miércoles, el Gobierno publicó en el Boletín Oficial una nueva actualización del valor del bioetanol y biodiésel para el corte de los biocombustibles, lo que podría impactar en otro aumento del precio de la nafta y el gasoil.
Ambos componentes se utilizan para cortar la nafta y el gasoil en un 12% obligatorio, por lo que su aumento debería impactar en parte en el precio de los surtidores.
A través de las resoluciones 200 y 201 de la Secretaría de Energía a cargo de Eduardo Rodríguez Chirillo, se dispuso aumentar el litro de bioetanol elaborado en base a caña de azúcar a un mínimo de $ 644,5 y el litro de bioetanol elaborado en base a maíz a $ 590,7
Además, el precio de la tonelada de biodiésel se ajustó en $ 965.554 para su precio mínimo de adquisición destinado a la mezcla obligatoria con gasoil. Pese a que en mayo el Gobierno rebajó el biodiésel respecto a su precio anterior, ahora aplicó una nueva suba que se suma al 2% del pasado julio.
En este caso, se trata de un aumento de alrededor de un 1,5% tanto para el bioetanol, ya sea en base a maíz o caña de azúcar, como para la tonelada de biodiésel, por lo que se espera que estos porcentajes se trasladen a precios ya sea este mes o en septiembre, aunque de forma más regulada.
Tal como señala la resolución, esta suba "regirá para las operaciones a llevarse a cabo durante el mes de agosto de 2024 y hasta la publicación de un nuevo precio que lo reemplace".
Esta corrección del corte de biocombustibles impactará en los precios junto a la suba de naftas con la que abrió agosto, de entre un 3 y un 5,4% en el promedio de los surtidores, con aumentos más fuertes en el AMBA para achicar la brecha contra el resto del país.
Se trata de la quinta actualización en el valor del litro de los biocombustibles que aplica la gestión de Javier Milei: en diciembre, al asumir, los subieron entre un 28,5% y 34,4%. Luego, estos volvieron a aumentar en enero, febrero y junio. En contraste, en mayo el precio por tonelada del biodiesel se corrigió a la baja.
Tal como señala la medida en sus considerandos, la modificación se aplicó debido a que la Secretaría de Energía detectó que los precios de estos productos generaban "distorsiones en los precios del combustible fósil en el pico del surtidor".