Uruguay, con su solidez institucional, sigue siendo un imán para inversores extranjeros interesados en el sector inmobiliario. A pesar de que los plazos de construcción de nuevos proyectos continúan según lo previsto, el sector inmobiliario uruguayo afirma que el actual valor del dólar ha llevado a los desarrolladores a detener la venta de apartamentos finalizados en espera de una recuperación de la moneda estadounidense.
La Asociación de Promotores Privados de la Construcción (Appcu) comentó a El Observador que existe un desajuste entre los precios en dólares a los que se venden los apartamentos y los costos en pesos que deben cubrir los desarrolladores, complicando así la ecuación financiera de las empresas.
“Han detenido las ventas a la espera de que el dólar pueda alcanzar un valor de mayor sustento. Empezaron construyendo con un dólar a $ 45, ahora están vendiendo con un dólar a $ 40 y los costos (de construcción) no bajan. Es un tema de sentido común”, explicó Aníbal Durán, gerente ejecutivo de Appcu.
Aunque no especificaron la cantidad total de metros cuadrados de nuevos proyectos inmobiliarios afectados, confirmaron que varios promotores han pausado las ventas y que los que siguen vendiendo están perdiendo dinero.
Sin embargo, remarcaron que la construcción de las obras no se detiene. “Las obras se completan sin excepción; es un compromiso de honor, terminan y se entregan”, destacó Durán. Además, subrayó que aunque la pausa en las ventas es notable, «no es una situación alarmante» ya que la construcción continúa y “hay perspectivas prometedoras para el próximo año”.
La Cámara Inmobiliaria Uruguaya (CIU) también comparte esta cautela. Matías Medina, vicepresidente de la CIU y director de Macari Negocios Inmobiliarios, comunicó a El Observador que el margen de ganancia de los constructores “se ha reducido significativamente”, lo que ha motivado la adopción de diversas estrategias comerciales, entre ellas la suspensión de la venta de unidades.
Dependiendo del progreso de la obra y del porcentaje de unidades vendidas, prosiguió explicando Medina, los desarrolladores y promotores prefieren no sacar toda la lista de precios inmediatamente, sino ir liberándola gradualmente según su situación financiera.
Medina añadió que la CIU observa también precaución en el inicio de nuevos proyectos. “A veces tienen terrenos ya comprados pero hacen los cálculos dos o tres veces para ver si vale la pena construir ahora o dentro de unos meses”, señaló Medina.
Esta estrategia comercial de pausar la venta de apartamentos finalizados se aplica principalmente a las unidades bajo el régimen de vivienda promovida, pero también se está viendo una ralentización en la venta de viviendas usadas, cuyas transacciones “tardan más en concretarse”, concluyó Medina.